“El hidrógeno es la evolución perfecta para camiones de larga distancia”

La apuesta al gas es una realidad palpable pero queda demostrado que es necesario un mayor aporte de tecnologías alternativas para reducir aún más la contaminación emitida por un propulsor de este tipo. Con la electrificación aún muy verde en este aspecto, el hidrógeno entra para jugar un papel predominante de cara a un futuro más “verde”. Y un claro ejemplo de ello es la alianza de Iveco y Nikola Motors.

En esta segunda parte de la entrevista con Marco Rangel, principal responsable de FPT Industrial para América del Sur, la gran apuesta global de la compañía va por el lado del hidrógeno, el cual se convertiría en el reemplazante del gas en sus distintas formas.

Lee la primera parte acá

– Se dice que el hidrógeno es la otra llave que abrirá la puerta a largo plazo para un transporte menos dañino con el medioambiente, ¿esto es realmente así?

– El hidrógeno va a llegar a todos los vehículos comerciales pesados en algún momento, pero por ahora el gas es la solución más viable. El cambio de mentalidad en cuanto al cuidado del medioambiente es fundamental. Y la migración es hacia el gas. ¿Por qué? Por ejemplo, para que un camión pesado 100% eléctrico pueda recorrer hoy unos 500 km con más de 40 toneladas es necesario un kit de baterías que pesarán aproximadamente 3.000 kg, y ocuparán muchísimo espacio en el chasis, lo que modificará la capacidad de carga. Existe un puente natural de transición de combustibles y el punto clave es la relación costo-tecnológica y ventajas que ofrece. El hidrógeno es muy atractivo desde el punto de vista de los camiones extrapesados y de larga distancia, porque aporta una capacidad de entrega de potencia superior a uno a gas. La ventaja que vemos a futuro está en la fusión junto a Nikola Motors, ya que su modelo de negocio está enfocado en un ecosistema de transporte. Además de desarrollar camiones a hidrógeno, también busca centrarse en la ampliación de la red de distribución de este combustible alternativo a fin de que los clientes cuenten con un producto capaz de moverse por toda Europa (el primer destino) sin inconvenientes. Es por eso que existe una alianza global con Nikola para buscar las mejores alternativas.

– En la región sería una opción tan viable como el gas, ya que con él se puede producir hidrógeno para impulsar a los futuros camiones…

– Así es. Hay que tener en cuenta que el hidrógeno puede ser tomado del gas natural y convertirlo en combustible. Es por eso que para el futuro cambiando la tecnología podemos convertir el gas en hidrógeno y ser aún más eficientes. Hay una conexión interesante entre estos ecosistemas sin impacto disruptivo. Por ejemplo, si hoy comercializáramos camiones eléctricos en Argentina, las estaciones necesitarían de una red para abastecerlos de energía y con conexión plug in para cargar los acumuladores. Además, y siendo que la carga no será tan rápida como en un auto, nos imaginamos a un convoy de camiones haciendo kilómetros de cola para repostar en una estación. Hay un contexto interesante en la parte de logística y es el gas el apuntado, ya sea en GNC, o GNL, con el cual se prevé una autonomía de entre 1.600 y 1.800 km, y más sabiendo que hay reservas de gas por más de 150 años. La solución la tenemos en la mano. Pero también es bueno mencionar que hay un punto intermedio entre el gas y el hidrógeno, que seguramente sea la hibridación, una parte del motor a GNC será electrificada para ganar eficiencia, pero es algo a largo plazo. A futuro, el hidrógeno sería la evolución perfecta para el transporte, desde el punto de vista tecnológico y de abastecimiento.