Este camión soviético gigante fue cancelado: ¿Por qué se dio de baja el NAMI-076 ‘Ermak’?
El Nami 076 'Ermac' fue un gigante de tres ejes que no prosperó por sus sorprendentes dimensiones.
En la década del 60, la Unión Soviética (URSS) lanzo un vehículo que no buscaba pasar desapercibido. El gigante del transporte pesado fue denominado Navi 076 Ermac. Este colosal vehículo ambicioso se enfrentó a un mercado complejo. Este gigante soviético fue un paso en falso de la industria, a pesar de su desarrollo sirvió como base de distintas unidades. Para la época de su lanzamiento había mucha demanda de satisfacer el transporte pesado y los industriales pretendían marcar el rumbo con grandes creaciones.
Por esos tiempos se destacaban gigantes como el Berliet, una empresa francesa fundada en 1901 por Marius Berliet, absorbida por Renault Vehículos Industriales en 1978, y el Kenworth con su destacado modelo 963. Entonces, para satisfacer la demanda del gran territorio de lo que hoy es Rusia, necesitaban crear un camión imponente como el Nami-076 de dimensiones colosales.
Para su desarrollo, se inspiraron en el Willeme W8, el gigante francés. Con la base técnica de este camión, en 1963 la URSS presento el Nami 076 ‘Ermak’ y se transformó así en la máquina terrestre más grande jamás producida en aquel país.

El Nami 076 contaba de tres ejes, 10,75 metros de largo; 2,95 de ancho y 3 de alto. Se trata de un camión masivo cuyo peso era de 21 toneladas. Era tres veces el tamaño de cualquier camión de la época. Su motor constaba con un diesel V8 de 14 litros que generaba 300 caballos y quedaba relegado a comparación con el Kenworth que ofrecían el doble, aproximadamente. Los ingenieros de NAMI equiparon el camión con frenos de disco refrigerados por agua.
Sin embargo, se abandonó más tarde en favor de los frenos de zapata. Ermak recibió inicialmente un motor YaMZ-300N, cuya potencia permitía transportar hasta 25 toneladas sobre suelo duro, 20 toneladas sobre arena y 15 toneladas fuera de carretera. El tren motriz fue ofrecido para maximizar el rendimiento, alcanzaba apenas 65 km/h. Si bien parece poco, es una cifra notable considerando las enormes dimensiones y peso del vehículo. Esta unidad fue diseñada tanto para manejar en el calor del desierto, así como en el frío de Siberia. Para soportar los extremos térmicos, la cabina estaba contaba con un aislante especial diseñado para tolerar tanto el frío como el calor extremo.
Los desarrolladores del departamento de vehículos todoterreno de NAMI propusieron de inmediato tres versiones del Yermak, en versiones de dos, tres y cuatro ejes. En el desempeño de 8×8, el NAMI se estaba convirtiendo en un competidor directo del MAZ-537. Las ventanas de la cabina eran dobles, se montó un aislamiento térmico desarrollado y las ventanas laterales se cerraron prudentemente del sol mediante persianas. El camión pesado no era adecuado para el ejército soviético debido a sus gigantescas dimensiones y su incomprensible funcionalidad.
En ese momento, todas las necesidades de tractores militares estaban cubiertas por los KrAZ, los Urals y ZiLs. NAMI-076 era, por supuesto, bueno en terreno accidentado y en términos de capacidad de carga, pero en términos de dimensiones, quizás no era adecuado para ningún ejército del mundo.
El problema que sentenció la ruina para el Nami 076
Sin embargo, el Nami 076 se enfrentó a un problema crucial para su continuidad, su tamaño. Es que su enorme tamaño lo hacía prácticamente inutilizable en las industrias de transporte, las carreteras no estaban preparadas, ninguna industria encontró una utilidad para un camión tan grande.
Si bien tras su lanzamiento los resultados no fueron lo que esperaban, en 1964 con la esperanza de encontrar un uso adecuado para el gigante Ermak, se lanzó una versión forestal que fue equipada con un remolque. Este podía transportar hasta 45 toneladas de madera, su motor de 12 litros era un V12 de 320 caballos fuerza. Sin embargo, seguía sin despertar interés y fue cancelado en 1968.
Durante la Guerra Fría, tanto la Unión Soviética como EE. UU. y aliados buscaban ostentar sus vehículos de grandes capacidades. No solo buscaba servir a la industria, sino mostar una imagen de capacidad productiva superior a pesar de la demanda real de las unidades. Sin embargo, a pesar del fracaso de esta unidad, su desarrollo sirvió como experiencia para la industria y en 1974 lanzaron el MOA 741 y proyectos posteriores como los modelos Maz o Kamaz.
El MOA tenía la posibilidad de funcionar como volquete transportador de madera, con su motor V12 22 litros y 500 caballos y, a pesar de las mejoras, el camión termino siendo más pesado que su predecesor. Esto reducía su carga útil. Como el Armak, el MOA no encontró su lugar y los dos camiones quedaron en la historia de los gigantes rusos que demostraron ser demasiado grandes y pesados para los caminos. Si bien no encontraron un lugar en el mercado, marcaron una época en el medio de una búsqueda de exponer la potencia de la industria automotor. En la búsqueda de la grandeza, incluso los fracasos como estos camiones soviéticos pueden dejar huellas y ser parte del legado e historia de una industria capaz y fascinante.