Este camión producido por GM Argentina en 1965 se consagró con esta versión icónica
Este Bedford de 1965 que se convirtió en un ícono argentino.
Hay vehículos memorables en el transporte argentino. Pero también están los que se destacan aún dentro de ese grupo, es el turno de un camión icónico en el transporte argentino. Este Bedford de 1965 fue uno de los dueños de las rutas argentinas. Competía directamente con los camiones Dodge, Ford 600, 700, Mercedes-Benz y si bien había diferencia en diseño y preferencias considerando que para una mayoría ‘la meta era el Mercedes’, en el medio se disputaban el mercado las marcas mencionadas y Bedford supo ganarse un lugar.
Es que por sus prestaciones, este camión dejaba conforme a todos sus dueños, y entre los especialistas, esta unidad era de las más reconocidas. A partir del año 1959 General Motors Argentina comenzó a comercializar los camiones Bedford en el país en dos versiones: naftero y diésel. Ambos motores de 6 cilindros en línea con una cilindrada de 4.927 centímetros cúbicos. Este modelo de Bedford se denomina Serie J.
En la década del 30, General Motors Argentina comercializaba los camiones Bedford importados de Inglaterra producidos por la empresa Vauxhall Bredford parte del grupo GM Company y tuvo buena aceptación desde el inicio. En 1959, GM Argentina anuncia que se comenzaría a producir en la planta de San Martin, Buenos Aires.
Tras vender las unidades importadas este camión comenzó a producirse en Argentina entre 1960 y 1968, el que se puede ver en las fotos es de 1965. Con el tiempo, esta unidad se convertiría en un éxito para el campo, la industria y se quedaría con un lugar especial en el reparto de mercaderías. Se destacaba por ser noble y aguantador. Además, podía presentarse en distintas configuraciones con diversos largos de chasis y tolerancia de kilometraje: J4L, J6S, J6L cada uno de los códigos determinaba su largo de chasis, la caja de alta y baja y diferencial de dos relaciones.
Estas configuraciones le permitían equiparlo para convertirlo en camión volcador, semiremolque, furgón sobre chasis o como colectivo. Parecía que el chofer del colectivo estaba en un pedestal y no sentado al frente de un camión carrozado para llevar personas. Porque no eran otra cosa que camiones disfrazados para transportar gente. A las empresas les dio resultado, si bien no era veloz, era confiable y se adaptaba a la perfección para el transporte de pasajeros.

El diseño era uno de sus puntos fuertes, una cabina sólida con líneas redondeadas de los guardabarros, doble parrilla, una óptica por lado, paragolpes en acero, una entrada para la manivela, en caso de quedarse sin batería se podía arrancar con manivela.
El frente con las letras que conforman el nombre de la marca (BEDFORD) en acero y además se incluía una insignia con la marca GM Argentina identificando su lugar de producción. Otros detalles que la destacan es su visera de chapa para cubrirse del sol y la lluvia y en la parte trasera de la cabina tres paneles de vidrio curvo le dan mayo visibilidad.
Las suspensiones tienen dos ejes rígidos con elásticos semielípticos y amortiguadores hidráulicos tradicionales. La transmisión está a cargo de una caja de 4 velocidades con posibilidad de llevarla a 8 ya que tenía alta y baja y diferencial de 2 relaciones lo que la hacía ideal para la ruta. El sistema de frenos era el conocido Hidrovac con tambores en 4 ruedas.
El interior era aceptable para la época pero la comodidad no era su principal virtud en aquellos tiempos. El conductor dispone de un asiento individual y hay otro para dos ocupantes más de acompañante. El volante avanzaba mucho sobre la línea del asiento y por lo general iba rozando en el abdomen del conductor. El mismo era de baquelita con el logo Bedford en el centro, tenía incorporada una radio. Un instrumental básico, velocímetro que marca 120 kilómetros a pesar de tener una velocidad de 70 aproximadamente. También incorporaba odómetro total, cantidad de combustible, temperatura del motor y dos relojes genéricos que medían la presión de aceite y el amperímetro.
¿Por qué este camión fue Bedford y no Chevrolet o GMC?
Muchos se preguntan por el nombre de la marca, con su confusa terminación (ford), ya que eso hacía dudar sobre el origen de la compañía. ¿Por qué Bedford?. Los estudios de marketing no son cosa nueva, tras uno de ellos, desde General Motors decidieron comercializarlo con ese nombre aunque pudo haber sido Chevrolet o GMC se decidió continuar con el nombre por el cual era conocido hasta ese momento, Bedford por los vehículos importados de Inglaterra producidos por la empresa Vauxhall Bedford parte del grupo GM Company.
Los primeros modelos que marcaron la historia de Bedford fueron los de la Serie M. Fueron unas 100 mil unidades desde 1939 hasta 1952. También fabricaron camiones y tanques para la armada inglesa. Según datos de ADEFA, la versión diésel del camión Bedford se dejó de fabricar en el año 1967. Ahora solo se conservan algunos pocos ejemplares como el que presentamos. Mientras que la versión naftera fue discontinuada en 1964. La serie TM fue la última edición de esta marca. Luego, en 1986, la compañía tuvo que cerrar sus puertas por sus bajas ventas y la falta de inversión en tecnología.