Mercedes-Benz Unimog, a 75 años de la llegada de una leyenda

Pasaron nada menos que 75 años desde que la primera versión del Mercedes-Benz Unimog fue puesta a prueba. Aquel vehículo no era el modelo final, carecía de capot y de muchos componentes que otros modelos ya incorporaban. De todas formas, los testeos en campo fueron un éxito y así comenzó a dar sus primeros pasos.

El estreno mundial del Mercedes-Benz Unimog ocurrió dos años después en una feria organizada por la Sociedad Alemana de Agricultura en Frankfurt, generando gran revuelo ya que no era ni un camión ni un tractor. Su denominación surgió a partir del acrónimo del nombre: UNIversal-MOtorGerät (aparato motorizado para aplicaciones universales).

Entre sus novedades se pronunciaba como el primer vehículo agrícola equipado con dos asientos, tracción en las cuatro ruedas de dimensiones idénticas, ejes de suspensión, una toma de fuerza para implementos delante, un enganche para remolque detrás y espacio para carga en el centro.

Todas estas características eran poco habituales para entonces, igualmente, el vehículo infundió confianza en los clientes potenciales, principalmente, porque estaba propulsado por el conocido y confiable motor diésel Daimler-Benz OM 636 de cuatro cilindros y 25 CV. Su puesta a punto le permitía circular a una velocidad de 0,5 km/h necesaria para su uso como tractor en el campo y llegar a 50 km/h al circular por caminos asfaltados.

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Su concepto sencillo y al mismo tiempo singular e inusitado, se diferenciaba claramente de los tractores convencionales de entonces. La historia del legendario modelo es tan aventurada como la época (Posguerra) en que nació ya que por las necesidades económicas que había nadie pensaba en otros campos de aplicación.

Cuando fue concebido como vehículo de suministro para la agricultura, los ingenieros idearon soluciones prácticas, con un ancho de vía de 1.270 mm corresponde a dos hileras de sembrado de papas. A su vez, el punto más destacado era el sistema de tracción integral, con tres o más diferenciales, y con bloqueos de delante y detrás.

Después de su nacimiento en 1946 se convirtió en un éxito instantáneo y recibido decenas de distinciones, que al comienzo estaban vinculadas con la agricultura y la forestación. SI bien fue fabricado por Boehringer, una empresa dedicada a la construcción, en 1951 Daimler-Benz asumió la División Unimog de Boehringer y ese mismo año se realizó la primera entrega de unidades bajo el paraguas “Mercedes-Benz”.

Mercedes-Benz Unimog con sello argentino 

Fuera de su Alemania natal, Argentina fue el primer país que fabricó el Mercedes-Benz Unimog en la planta local de la casa de la estrella, en la localidad de Virrey del Pino. La producción comenzó allí en el año 1968 y fue originalmente destinada a fuerzas de seguridad, pero luego también adquirida por particulares, para otros fines.

Las versiones que salieron de la línea de montaje del Centro de Producción Juan Manuel Fangio fueron la U416/426 cabina simple y doble, U421/431 y la U406. La producción local finalizó a comienzos de los ‘80 y en total se llegaron a producir aproximadamente 6.000 unidades.

Los Unimog que hoy circulan por Argentina se utilizan mayormente para actividades recreativas y de turismo aventura. Se trata de usuarios que lograron adquirir alguna unidad de las producidas por la marca durante el siglo pasado y luego las restauraron y cuidaron para mantenerlas funcionando.

A lo largo de su historia, experimentó cambios técnicos y estéticos. Más de 30 series de modelos y ventas que superaron las 400.000 unidades desde 1946 son números inigualables por otro vehículo de propósito especial. Actualmente, el Mercedes-Benz Unimog se sigue produciendo en Alemania, y es sin dudas el “vehículo especial” por excelencia.