Mercedes-Benz, Scania y Volvo tomaron una drástica decisión
Tanto Mercedes-Benz como Scania y Volvo decidieron frenar la producción de camiones en Brasil por el rebrote de COVID-19. Mirá.
Mercedes-Benz de Brasil anunció el martes un estancamiento en las producciones de la planta de São Bernardo do Campo y Juiz de Fora, Brasil, entre el 26 de marzo y el 5 de abril, debido a la segunda ola de contagios por COVID-19 en todo el país limítrofe. El fabricante de automóviles se convierte en el tercero en suspender actividades este año debido al agravamiento de la pandemia. Esta semana, Volkswagen también decretó una pausa , al igual que Scania y Volvo.
La medida fue negociada con el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos ABC, que viene trabajando con la dirección de empresas de la región, para incrementar la tasa de aislamiento social en medio del creciente número de nuevos casos y muertes por coronavirus en el estado. «La gente está muy preocupada, la mayoría ya ha perdido a familiares, amigos, incluso compañeros de trabajo», dijo Max Pinho, coordinador del comité sindical de Mercedes-Benz.
Mercedes-Benz prevé regalar vacaciones colectivas a grupos alternos a partir del 5 de abril, permitiendo un mayor control del aislamiento social en el regreso de los empleados a las fábricas. Esta medida podría extenderse hasta finales de mayo, dependiendo de la situación de la pandemia.
En contraste, las dos fábricas de General Motors, una de ellas también ubicada en la región ABC, descartan un paro en su producción. Según informó la agencia Reuters, la empresa afirma estar trabajando con todos los protocolos y medidas de seguridad necesarios para evitar la contaminación de los empleados. Sin embargo, GM tuvo que detener la producción en Gravataí (RS) debido a la falta de semiconductores.
El Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos se ha puesto en contacto con Anfavea, que reúne a todos los fabricantes de Brasil, para hablar con las marcas e interrumpir la producción durante la fase de emergencia en São Paulo. El sindicato Gravataí, donde Chevrolet produce, coincide en que los trabajadores no se han quejado de los protocolos.

«Nuestros protocolos han demostrado ser efectivos para prevenir infecciones y la investigación interna muestra que nuestros trabajadores se sienten más seguros en las fábricas que en sus propios hogares y comunidades», justificó el fabricante de automóviles. «Con eso, no vemos ninguna razón para cambiar nuestro programa de producción en este momento».
Según datos publicados por el Gobierno del Estado de São Paulo, el martes pasado (23) se registraron 1.021 muertes por COVID-19, un récord desde el inicio de la pandemia.