Gruzovikus, eléctrico, autónomo, y sin cabina
La ausencia de cabina permite al Gruzovikus tener un frente mucho más aerodinámico, con una única pantalla vertical que alberga todos los sensores y ordenadores del camión.
Parece una cabina delgada, pero no lo es. Tampoco tiene puertas ni ventanas. Diseñado por el estudio Art Lebedev, el Gruzovikus es un camión eléctrico y sin cabina. No necesita conductor, porque es autónomo. Se trata de un semirremolque de carga que luce un perfil extremadamente delgado, y es 100% autónomo, sin necesidad de conductor, ni siquiera de manera remota.

Es mucho más delgado que la mayoría de los camiones futuristas. A simple vista, el perfil lateral del tractor parece una “L”.
La ausencia de cabina permite al Gruzovikus tener un frente mucho más aerodinámico, con una única pantalla vertical que alberga todos los sensores y ordenadores del camión. Las características de este frente permiten que la plataforma de la parte trasera sea más larga, dando al camión mucha más estabilidad ya que su eje delantero también soporta una porción de carga.
El Gruzovikus viene equipado con luces delanteras y traseras que ayudan a que el camión sea visible para los peatones y conductores que lo rodean, cumpliendo con las normas de transporte actuales… y, lo más importante, es 100% eléctrico.