Wienermobile, el «camión salchicha» sigue siendo un éxito de la publicada callejera
Todo ciudadano norteamericano lo conoce, y a pesar de la evolución en materia de comunicación y marketing, el camión salchicha sigue siendo un ícono publicitario que rueda por las calles.
El camión salchicha es, sin dudas, uno de los vehículos más icónicos que dio a luz la historia norteamericana. El “Wienermobile” (así se lo conoce en su país natal) fue una creación muy popular de Oscar Mayer, reconocida empresa dedicada a la producción y venta de carnes embutidas y fiambres de Estados Unidos.
El Wienermobile es un ícono estadounidense, ya que su debut se dio en 1936 de la mano Carl G. Mayer, sobrino del dueño, y su objetivo era promocionar los productos de Oscar Mayer en los Estados Unidos, pero se convirtió en algo mucho más.
A diferencia de diversas herramientas promocionales que fueron y vinieron a lo largo de los años, nada se quedó en la conciencia de los estadounidenses como el camión salchicha, ya que este vehículo disfrazado de hot dog hacía sonreír –y lo sigue haciendo– hasta al adulto más serio.
Después de haber existido durante casi un siglo, a estas alturas, no existe un ciudadano que no lo haya visto en algún momento. Incluso puede tener uno de los «silbatos de salchicha» o algunos de los calcos que reparten los conductores.
Ahora bien, ¿Logró modificar su imagen a lo largo de los años un vehículo con forma de salchicha? Sí, y no solo el diseño del exterior, sino también debajo del capot y, lógicamente el chasis que soportaba la carrocería, que en primeras instancias era de un pesado, he ahí su denominación de “camión salchicha”.
El camión salchicha: un repaso por su extensa historia
Como te contamos anteriormente, el sobrino de Oscar Mayer fue quien hizo construir el camión salchicha personalizado por General Body Company para promocionar la marca de su tío en el área de Chicago. En principio el chasis fue hecho a medida, al igual que la carrocería, que acomodaba al conductor en el medio del vehículo.
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Más allá de su llamativo diseño, era más parecido a un tanque que a un auto o camioneta. Incluso sus paneles que formaban la salchicha parecían heredados de un tanque de guerra. Este primer Wienermobile fue desechado en la década de 1940 para ayudar al ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
En 1952, un nuevo modelo del camión salchicha salió a la calle. Construido por The Gerstenslager Company en Wooster Ohio, el nuevo vehículo fue construido sobre un chasis de camión Dodge. El conductor ahora se sentaba en la parte delantera del hot dog, rodeado por una serie de ventanas de aspecto fresco, como visores.
El vehículo estaba hecho de fibra de vidrio, acero, caucho, vidrio y plástico, y estaba equipado con un motor Chevrolet 350 V8 que generaba la potencia suficiente para mover el camión salchicha. Algunos de estos modelos aún sobreviven hoy y, de hecho, hay uno en el Museo Henry Ford.
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A finales de la década del ‘50, se llevó al Wienermobile al futuro. Sobre la base de un chasis del Jeep Willys, presentaba una notable nariz de burbuja que se repetiría en otras partes de la cultura pop, como los autos y helicópteros de Batman. Su diseñador había lanzado recientemente el logotipo de la cerveza Miller en una botella transparente.
Ya pisando los ’70, fue construido por los propios mecánicos de Oscar Mayer. Hicieron un par de estos modelos, con el chasis de una casa rodante de Chevrolet, con las luces traseras de un Ford Thunderbird y propulsados por un motor V6. Este fue el primer Wienermobile en viajar al extranjero, un movimiento que quizás fue posible gracias a su tamaño más ligero.
Durante los años ‘80, Oscar Mayer finalmente debutó con una actualización largamente esperada, presentando una flota de diez Wienermobiles y un programa para contratar estudiantes universitarios en las vacaciones de verano como conductores por todo el país.

Se produjeron seis modelos que medían unos 7 metros de largo sobre la base de un furgón de Chevrolet también con motor V6. Pero a diferencia de otros, estos “perros calientes móviles” estaban equipados con hornos de microondas, refrigeradores, teléfonos y sistemas estéreo que reproducían varios jingles de Oscar Mayer. Posteriormente se construyeron cuatro más para recorrer Japón y España.
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A mediado de los ’90 continuaron las novedades tecnológicas. Por primera vez se utilizó el software CAD (diseño asistido por computadora) para darle forma al camión salchicha sobre la base de un Pontiac Grand Am. Sus dimensiones crecieron hasta los casi 8,5 metros de largo y poco más de 3 de alto.
El vehículo de General Motors contaba con equipo de video de última generación y un televisor de pantalla grande. Llevó las cosas a un nivel superior con un tablero en forma de perrito caliente. Más tarde sumó un nuevo motor V8, frenos con ABS
Por varios problemas en la suspensión, el chasis fue reemplazado por el de una RAM 1500, mantuvo la esencia del camión salchicha original. Pero para ingresar a lugares de poca maniobrabilidad se utilizó un Mini Cooper, que no le dio el estilo que acostumbraba la compañía. Hoy, el Wienermobile cambió su nombre a Frankmovil (nueva franquicia), pero la buena noticia es que todavía luce como el vehículo que amamos, y seguirán repartiendo silbatos y calcomanías.