Ford Supervan, un furgón eléctrico de competición no apto para repartos
La cuarta generación del Ford Supervan está lista para trepar una de las montañas más difíciles de los Estados Unidos.
La Ford Supervan es la última novedad de la marca del óvalo azul, que se desprende de toda capacidad innata de un furgón para repartos y se disfraza para la competición. Pero no para cualquiera sino para una de las más difíciles a nivel mundial después del Dakar.
Este proyecto extravagante nace de la división del Reino Unido del fabricante norteamericano, que tiene la tradición de convertir uno de sus furgones en Supervans hot-rodded, un modelo preparado 100% para la acción.
Y es esta Ford Supervan el cuarto modelo del desarrollador basado en la E-Transit europea, ya que debutó como Ford Pro Electric Supervan antes del Festival de la Velocidad de Goodwood de 2022. Hoy se conoció la última versión que tiene serios planes para abordar Pikes Peak, la famosa carrera de montaña norteamericana que se realiza a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Rebautizada como Ford Supervan 4.2 (es la segunda versión del cuarto modelo), la Transit recibió diversas modificaciones y una revisión exterior para acomodar nuevas ayudas aerodinámicas, compensando el aire más delgado en Pikes Peak, y dándole tracción y aplomo para encarar las 156 curvas que hacen que maximizar la carga aerodinámica sea esencial.
Así es el Ford Supervan
Nada queda de la E-Transit. Solo la trompa y las puertas. El resto es todo un arduo trabajo en fibra de carbono, ya que el espacio de carga fue eliminado para compensar el peso de las baterías. Atrás, un gran alerón y un divisor delantero son los cambios más notables respecto de la Ford Supervan anterior, lo que ayuda a generar casi 2 toneladas de carga aerodinámica a 240 km/h.
La Ford Supervan 4.2 también experimentó una reducción de peso, aunque desde la marca no especifican cuánto pesa el bólido final. La carrocería, que se basa en la configuración Custom de la Transit eléctrica para el mercado europeo, también está revestida con un nuevo uniforme para vencer el circuito de Pikes Peak.
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Al igual que con la construcción original, la casa del óvalo recurrió a la empresa de rallyes austriaca STARD para los motores del Ford Supervan 4.2. El número de motores eléctricos se redujo de cuatro a tres, lo que disminuyó la potencia desde los 1.972 HP anteriores a unos 1.400 HP.
Lógicamente se mantuvo la tracción total, con un rotor que acciona las ruedas delanteras y otro dos que accionan los traseras. Se determinó, luego de varios ajustes, que esta era la configuración óptima para Pikes Peak, ya que en Pikes Peak, ciertas curvas limitan la cantidad de potencia que se puede transmitir a las ruedas delanteras.
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Para aprovechar toda esa potencia en las curvas, un sistema de frenado regenerativo de 600 kW se combina con discos de cerámica de carbono, que se sientan detrás de ruedas forjadas de magnesio envueltas en neumáticos Pirelli P Zero.
El Ford Supervan 4.2 será conducido por el actual poseedor del récord de Pikes Peak, Romain Dumas. El piloto francés registró un tiempo aún invicto de 7:57.148 en 2018 al volante del Volkswagen ID.R especial. No se espera que la Supervan establezca un nuevo récord, pero de todos modos debería registrar un tiempo rápido.
El Pikes Peak International Hill Climb 2023 está programado para el próximo domingo 25 de junio. ¿Podrá este furgón superdeportivo batir un nuevo récord? Desde Ford están tranquilos: en 1916, un Modelo T hizo el ascenso a esta montaña bestial en poco más de 28 minutos…