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Una Hilux con el logo de VW: la camioneta que quiso hacer historia y quedó en el olvido

A fines de los ‘80, Toyota y Volkswagen se unieron con un solo objetivo en común: ampliar su participación en el nicho de camionetas con un modelo en común.

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Las Hilux y Amarok son actualmente dos de las camionetas más vendidas en esta parte del Continente, siendo Argentina su país de origen y en donde ambas se disputan mes a mes el primer puesto en la lista de vehículos comerciales a nivel nacional.

Con muchos años en el lomo, la Toyota Hilux comenzó a producirse en nuestro país en 1997, siendo la quinta generación a nivel global, mientras que la Volkswagen Amarok llegó recién en 2010, año en que comenzó esta ardua pelea entre los dos fabricante.

Si bien la Amarok es la pick up de una tonelada diseñada y desarrollada desde cero por la marca alemana, no fue la primera que salió al mercado: a fines de la década de los ‘80 lanzó la Taro, una pick up que nació entre la alianza de la japonesa y la alemana.

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En pocas palabras, se trataba nada menos que de una Toyota Hilux de quinta generación, pero que Volkswagen ensamblaba en la planta de Hanover, Alemania, con otra denominación y lógicamente otros emblemas. El objetivo era, para VW, tener un producto en el segmento de camionetas medianas en Europa y que sirva como complemento de la Caddy, el “Polo” hecho utilitario.

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Por su parte, la japonesa buscaba aumentar su participación en el mercado de pick ups de ese mismo segmento, que en Europa no tenía la llegada con la que contaba en otras regiones del mundo con su Hilux.

Taro, la Hilux que anticipó la Amarok

De esta manera, en 1989 salió la primera Volkswagen Taro de la línea de producción alemana. En esa fábrica se ensamblaba únicamente una versión con una orientación netamente laboral, cabina simple, tracción 4×2 y un equipamiento austero.

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Eso sí, la parte mecánica prescindía de blocks V6 y motores biturbo, ya que se conformaba con el turbodiésel 2.4 de origen Toyota, que por aquel entonces desarrollaba 83 CV y 165 Nm de torque, ofreciendo una capacidad de carga de 1.125 kg.

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Sin embargo, a partir de 1994 se importaron al viejo Continente algunas unidades directamente desde Japón, siempre con el nombre de la marca nacida en Wolfsburgo. Eran variantes doble cabina o extendida, con tracción 4×4 y terminaciones un poco más cuidadas. En este caso, el motor pasaba a tener 79 CV y la capacidad de carga disminuía hasta 815 kg.

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Además del gasolero, también se ofrecieron versiones nafteras de la mano de un 1.8 de 83 CV y otro 2.2 que entregaba 94 caballos. Ambos se alimentaban por carburador y podían combinarse a una caja manual de cinco velocidades.

Lo curioso de esta Hilux con logo de VW fue su nombre: Taro es un sufijo usado en japonés para denotar al hermano o hijo mayor, o al primogénito de una familia. Raro, siendo que no se trataba de un desarrollo entre ambas, sino una Toyota hecha y derecha.

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Más allá de la particularidad de esta camioneta, que era básicamente una Hilux con emblema Volkswagen, la asociación entre ambas marcas finalizó en 1997 con la discontinuación de la Taro. ¿El motivo?, las ventas no fueron las esperadas por ambas automotrices.

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