Pick ups abandonadas: encontraron 10 Toyota Hilux de séptima generación sin rodar

Encontrar una Toyota Hilux sin uso o con muy pocos kilómetros recorridos no es algo de todo los días. Más aún si hablamos de la séptima generación a nivel mundial de la pick up que comenzó a fabricarse en Argentina desde 2005 y se mantuvo casi inalterada hasta 2015.

Pero hallar una flota de diez unidades sin patentar, tapadas por el polvo en un depósito, eso sí que es algo inusual. Este hecho, aunque parezca mentira, tuvo lugar en el país, precisamente en la provincia de Río negro. Allí, Gustavo Potencia, facilitó la información y las fotos que ocupan esta nota al medio especializado auto test.

Según Potencia, las Toyota Hilux fueron adquiridas por su agencia ubicada al sur del país, pero luego quedaron guardadas debido a que él se fue a vivir al exterior. Cubiertas de polvo, fueron puestas en condiciones para ser vendidas y se desconoce si quedó alguna disponible y cuanto pagaron por ellos los nuevos dueños.

La flota de Toyota Hilux sin uso

Con más de diez años de antigüedad (las unidades van del 2013 al 2015), hay para elegir: desde DX 4×2 con el motor “chico” 2.5 –una de las variantes más básicas que tenía la Hilux de esta generación–, pasando por SR, SRV y por último una SRV full 4×4 con tapizados de cuero, uno de los opcionales de aquel momento.

Lógicamente, el estado que exhiben estas unidades es para destacar, ya que conservan hasta los plásticos protectores en el interior y no presentan ningún tipo de detalle en la pintura, así como tampoco en piezas como las llantas de aleación, que por el tiempo que transcurrió podrían haber sufrido algún daño. La pregunta del millón es: ¿Cuánto pagarías por una Hilux de generación anterior cero kilómetro?

Esta familia de pick ups, justamente, se presentó en 2012 en Argentina y fue el último rediseño que tuvo la pick up fabricada en Zárate hasta la llegada de la generación que conocemos actualmente.

A nivel estético, las modificaciones respecto de la primera estaban concentradas en la trompa, donde la Toyota Hilux se asemejaba con otros modelos de la marca como Corolla y Camry, sobre todo por el formato de las ópticas y la parrilla. El resto del exterior no presentaba demasiadas modificaciones y era en líneas generales el mismo aspecto de la pick up que en 2005 había revolucionado el segmento debido a sus dimensiones, equipamiento y motorización.

Pero en esta evolución de la Toyota Hilux, lo más interesante venía por el lado del motor y el equipamiento. En el primer caso porque el conocido 3.0 turbodiésel recibía algunos retoques y pasaba a entregar 171 CV, mientras que por el lado del equipamiento incorporaba un dispositivo de seguridad activa clave que hasta ese momento sólo ofrecía la recién llegada Amarok: el control de estabilidad, que pasó a ofrecerse de serie en la versión full SRV.

Con esta actualización estética pero que también trajo consigo mejoras en el equipamiento y la seguridad, la Toyota Hilux reafirmó su liderazgo y a pesar de que ya tenía sus años en el mercado, nadie pudo destronarla y continuó firme en el primer puesto del ranking de pick ups medianas, donde peleaba con rivales más modernos e incluso en algunos casos más potentes.