Clásicos: Volvo Serie L “Titan”, un pionero de los años 50
Los años 50’ fue una época dorada para el transporte y los camiones. Desarrollado por la marca sueca, el modelo fue pionero al ofrecer un motor turbocomprimido.
Se dice que la década del 50’ fue la que más contribuyó al desarrollo del transporte y aquellos vehículos que lo fomentaban: los camiones. Por aquellos años, uno de los modelos de mayor reconocimiento en el ambiente fue sin dudas el Volvo “Titán” (L395 y L495), desarrollado por la marca sueca en el año 1951 y que era un derivado de la Serie L, precisamente del modelo L29C.
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A diferencia es éste último, el Titán presentaba mejoras en la cabina con el fin de ofrecer un elevado confort y una posición de manejo más descansada, y novedades mecánicas como la inyección diésel.
Tres años después de su lanzamiento, los ingenieros de Volvo, con sede en Gotemburgo, decidieron ir más allá y elevar la potencia, torque y prestaciones tras incluir de serie un turbocompresor al block de seis cilindros. Vale destacar que el concepto del turbo no era nada novedoso para entonces, ya se había utilizado en motores de barcos, trenes y aeronave. Pero hasta después de 1950, no se encontraban disponibles unidades pequeñas de turbos que pudieran amoldarse debajo del capó de un camión.
Si bien el turbo diseñado por la compañía Eberspächer mantenía un tamaño diminuto respecto a lo conocido dentro de la industria mecánica, esta implementación convirtió al Volvo L395 Titán en el primer vehículo de transporte de cargas por carretera fabricado de serie con esta solución técnica.

Como resultado de esta combinación, la configuración de la unidad incrementó en peso, apenas 25 kg más de tara, y 35 caballos extra de potencia, pasando de los 150 del VDF de 9.6 litros a los 185 del TD96 de idéntica cilindrada. Con el nuevo sistema de inyección por turbocompresor no sólo se produjo un aumento en la potencia, también se ganó en operatividad, tanto que los resultados globales sorprendieron a propios y extraños.
Este precursor e innovador camión de Volvo fue proclamado rey del transporte en la década del 60’. Este logro se debió no solo a su flexibilidad, sino también a la red de rutas internacionales en Europa que hizo posible que el transporte en camión resultase rápido y seguro. Por aquel entonces fueron 200 las unidades que se produjeron inicialmente del Titán. Incluso, la historia cuenta que una camada del L395 equiparon en secreto el motor turbo a modo de prueba durante un período de tiempo, sin informarles a sus clientes la inédita incorporación.
La producción del Volvo Titán continuó hasta 1973, pero bajo la denominación N88 durante los últimos años. Más avanzado que su antecesor, equipaba una extensa cantidad de características nuevas que se utilizan aún en camiones modernos, como el sistema de frenos operados por compresión de aire, dirección asistida y una cabina que se preocupa por la seguridad de sus ocupantes.