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El camión más extravagante de la historia que nadie quiso producir

Este prototipo lograba un ahorro de combustible y mayor volumen transportado. Así es el camión más extravagante de la historia.

Un prototipo fue, es y será la base de todo nuevo modelo. Es el que forja parte de las innovaciones que se llevaron a cabo a lo largo de los últimos años en el sector del transporte, muchos de ellos siempre con el ojo puesto en la eficiencia, el confort y la seguridad.

Claro que también se conocieron conceptos de los que derivaron modelos de serie, la mayoría con línea alocadas a lo que se conocía en su momento, como es el caso del Steinwinter Supercargo 2040 Cab-Under, un concepto de cabina debajo del remolque muy similar a los camiones que actualmente se pueden ver en los aeropuertos.

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¿Qué prototipo fue el Supercargo 2040?

Concebido y patentado en la década del ’70 por Manfred Steinwinter, el primer prototipo recién se conoció en el Salón de Frankfurt de 1983, ya que su puesta a punto llevó más de cinco años.

Desarrollado sobre la base de un chasis Mercedes-Benz, mantenía una cabina de 6,5 metros de largo y 1,17 de alto, por lo que era más bajo que muchos de los deportivo de la época, como por ejemplo un Ford GT40 (15 cm más bajo).

La cabina contaba con una pequeña litera junto a la butaca del acompañante y con asientos firmados nada menos que por Recaro. Gracias a su diseño controversial, mejoraba la maniobrabilidad y se trataba de un vehículo completamente modular, lo que incrementaba sus posibilidades de uso.

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Por ejemplo podía tener de dos a cinco ejes, se ofrecían diferentes distancias de paso, y era utilizable como un camión convencional con capacidad para arrastrar un remolque de 18 metros de largo, un volumen total de 150 metros cúbicos y hasta 20 toneladas de carga máxima.

También se le podía añadir un contenedor de carga encima, o incluso utilizarse como un bus turístico al añadirle un remolque con asientos. De esta forma, se tendrían varios vehículos en uno, reduciendo significativamente los costos operacionales, el principal objetivo del Steinwinter.

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Detrás de la cabina contaba con un motor V8 de origen Daimler de 400 CV y 2.100 Nm de torque a 1.100 rpm, asociado a una caja de cambios manual de dieciséis velocidades, aunque el compartimento se había adaptado para poder recibir la mecánica de cualquier fabricante.

Era todo un adelantado a su tiempo, además, porque equipaba suspensión neumática en ambos ejes, frenos ABS, diferencial de deslizamiento limitado y climatizador.

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Todo parecía color de rosa para el prototipo bautizado Supercargo 2040 ya que las autoridades alemanas lo aprobaron para hasta cuatro modos de operación: tren articulado, tractor-remolque, tractor de servicio pesado y autobús.

Sin embargo, a una junta de transporte de la que participaban varios mercados, siendo el norteamericano el de mayor peso, les resultó muy complicada su conducción (tenía gran tendencia al subviraje) y su durabilidad, debido a que el modelo no garantizaba el millón de millas exigido por la normativa debido a problemas de sobrecalentamiento.

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Luego de esta desaprobación, los inversores optaron por cancelar la financiación, como el caso de Mercedes-Benz que retiró su apoyo, poniendo así punto final al futuro del camión más extravagante de la historia.

Actualmente se desconoce el paradero de este prototipo, pero algunos afirman que sigue intacto en algún lugar de Alemania. Lo que sí se sabe con certeza es que a finales de los años ‘80 una unidad fue transformada para rodar la serie de televisión The Highwayman y, una vez culminada, nadie volvió a saber del Supercargo 2040.