Mujeres al volante: “El Iveco Stralis fue mi primer amor, me enseñó todo”

El Iveco Stralis es uno de los pesados más reconocidos en todo territorio nacional, no solo por los años que lleva uniendo caminos, sino porque se produce en el país, precisamente en la planta que la marca perteneciente a Iveco Group posee en la localidad de Ferreyra, provincia de Córdoba.

En el marco del mes de la mujer, y además de ellas, un Iveco Stralis toma protagonismo junto a una camionera que se inició arriba de uno de los emblemas de la automotriz italiana. Esta es la historia de Ornella Lotti, una mujer que inspira.

Lo que genera un Iveco Stralis

Ornella Lotti, es ingeniera civil que trabaja en supervisión y jefatura de obras desde hace 10 años, desempeñándose principalmente en obras viales, plantas industriales, refinerías de petróleo y obras edilicias. En ocasiones, cumple el rol de capataz teniendo hasta 100 personas a cargo, indicando y planificando las tareas diarias.

Ornella aprendió a manejar camiones arriba de un Iveco Stralis hace aproximadamente 10 años. “Yo en realidad soy ingeniera civil, pero como no me gusta supervisar cosas que no sé hacer aprendí a manejar máquinas. Además me gusta manejar vehículos entonces dije, ¿Por qué no me animo a un camión?”.

Mujeres al volante: una historia a bordo de un VW Constellation

Fue ahí cuando apareció uno de sus compañeros, el único que le tuvo confianza, y le dijo subite, te tengo fe. “El primer camión que manejé fue un Iveco Stralis 420. Estaba tranquila porque estábamos en sectores sin riesgo y, como sé manejar autos, retroexcavadoras y otro tipo de máquinas, no me sentí insegura”, señaló.

A partir de ahí comenzó su historia de amor con la marca. Para ella cada máquina que maneja es diferente y esto también sucede con los camiones. Si bien aprendió con un Iveco Stralis, rápidamente fue probando cada modelo que podía.

“El Iveco Stralis fue mi primer amor, me enseñó todo. Tiene una caja bastante suave para mí que recién estaba aprendiendo. Pero el dato de color es que cuando lo usaba con un carretón enganchado de 18 metros no me costaba la dirección, se me hacía fácil el manejo y no me costaban los cambios. Escuchaba el motor y lo entendía. Además, tiene una cabina comodísima para una persona como yo que soy alta”, comentó entre risas.

Ornella también maneja un Trakker y cuando tuvo que elegir entre éste y el Stralis no supo qué responder. “El Trakker es hermoso, me encanta en todo su esplendor y me gusta mucho estéticamente. Más allá de eso, destaco su amplia cabina y su dirección hidráulica, para mí que soy mujer y anatómicamente no tengo la misma fuerza que un hombre, está buenísima y lo transforma en un camión muy amigable para el manejo”, manifestó.

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Ornella afirma que la sociedad generalmente está acostumbrada a ver hombres que manipulan vehículos de gran porte y que aún está ese “machismo latente” que, al principio, la hacía sufrir muchísimo pero ahora, tras años de lucha, no siente presión y conduce segura de sí misma.

“Para la mujer siempre es un poquito más difícil. A veces se dice que manejamos mal. Yo no creo que sea una cuestión de género, pero sí que nosotras siempre tenemos que demostrar que estamos a la altura, que sí podemos”, expresó.

Ahora bien, ¿Qué sucede cuando ven bajar a una mujer? “Me gusta el impacto que genero en los demás. Uno siempre espera que se baje un hombre, es una cuestión social. Pero cuando me bajo yo, miran todos sorprendidos”, afirmó Ornella, que aún recuerda con asombro el día que a ella también le pasó.

“Una vez entró un camión con un semirremolque al sector de obra donde estaba yo, lo hizo con una maniobra impecable. Cuando abre la puerta, se baja una mujer. Me quedé anonadada. Además era un semirremolque larguísimo y la chica medía un metro cincuenta. No podía entender como una chica súper chiquita hizo una maniobra genial en un lugar donde solo ella lo podía meter”, concluyó.

Apasionada por su trabajo, la ingeniera no tiene problema en dar una mano, uno de los motivos por los cuáles comenzó a manejar camiones. “Tengo un equipo de trabajo pero a veces pasa que uno está colapsado y me subo a una máquina para ayudar, es una colaboración de mi parte”, cerró.