Ventajas del e-commerce en plena pandemia

El e-commerce era una actividad que aún no se había consolidado en Argentina tal como sucedió en muchos países del mundo. Su potencial estaba en duda. Sin embargo, desde la implementación del aislamiento preventivo y obligatorio establecido por el Gobierno Nacional y las diferentes pautas que derivaron a partir de la cuarentena, nuevas modalidades operativas para el comercio electrónico están dando sus frutos.

En una entrevista publicada por el sitio Infotyl, dedicado al Transporte y la Logística, Alejandro Rodríguez, gerente general de la organización GS1 Argentina dejó ver su entusiasmo a pesar del momento que toda la economía está atravesando.

“Aquello que esperábamos que se desarrollara en los próximos tres años, se produjo en tres o cuatro semanas a partir de la implementación de la cuarentena. Es un antes y un después para el comercio electrónico. Empresas que vendían un 5% de sus productos por este canal, ahora están vendiendo entre el 15 y el 17 %; situación que llevó a adaptar logísticas y locales para preparar pedidos. Bajo el presente contexto, tres de cada diez usuarios de e-commerce son nuevos”.

“Cuando se analizan los ingresos de los clientes a los sitios web, tanto de retailer como de marketplace, las entradas se duplicaron o triplicaron en algunos casos. Y no sólo se sumaron usuarios, sino también empresas. La omnicanalidad explotó de una manera impresionante. Por otro lado, además de internet, se compra a través de Whatsapp; mientras que también hay muchos desarrollos de páginas web nuevas y rápidas para ofrecer productos”.

“Muchos usuarios empezaron a usar plataformas que antes no tenían en cuenta. Le perdieron el miedo y se van a quedar. Cuando salgamos de la cuarentena, muchas de las cosas que estábamos haciendo en trazabilidad e identificación se van a acelerar. Hay un piso que va a quedar y será parte de la venta diaria de las empresas”, recalcó el directivo.

Por otro lado, la pandemia generó otros desafíos para el sistema logístico, como por ejemplo la dependencia de una gestión demasiado centralizada y que tiene a Buenos Aires como epicentro.

“Al no haber mucha producción, los camiones hacen grandes distancias llevando mercadería y vuelven vacíos, lo que impacta fuertemente en el costo”. De la misma manera, la situación actual está generando nuevas oportunidades, puesto que “con las entregas de la última milla, están tomando fuerza muchos operadores logísticos que, de alguna manera, pueden hacer una logística más capilar que troncal”.