Malas noticias: un fabricante nacional deja de producir por falta de dólares
La empresa con base en Mercedes, Buenos Aires, comunicó a sus proveedores que baja la persiana hasta fin de año tras no poder negociar la compra de dólares.
Sin ayudas del gobierno, un fabricante de camiones y maquinaria agrícola anunció que, debido a las nuevas disposiciones cambiaras por parte del Banco Central de la República Argentina, cerrará hasta fin de año su planta al no poder realizar pagos en dólares al exterior.
La empresa en cuestión es nada menos que Agrale, fabricante binacional (su base está en Brasil) que cuenta con una planta en la localidad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, en la que produce vehículos comerciales desde hace 13 años.
La información trascendió por un comunicado que el propio fabricante envió a sus proveedores la semana pasada, luego de los cambios que el Gobierno de turno implementó desde el 27 de junio de 2022 en cuanto a las importaciones y compra de divisas.
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En este contexto la posibilidad de Agrale Argentina SA de realizar pagos al exterior se vio fuertemente impactada, incluso para realizar transacciones correspondientes a importaciones que ya fueron recibidas en su Planta Productiva y con fecha de pago vencida.
“Nuestra área financiera se encuentra en contacto con varios organismos públicos y privados intentando destrabar operaciones de pagos al exterior ya que durante los último 10 días todas las presentaciones fueron rechazadas por el Banco Central, impidiendo que podamos girar los dólares necesarios a nuestra red de proveedores para cumplir con nuestras obligaciones”, señalan desde Agrale Argentina.
Y afirman: “en este marco y ante la falta de respuestas oficiales no estamos en condiciones de programar correctamente los próximo meses. Dicha incertidumbre sumada a la falta de componentes que veníamos sufriendo nos han obligado a llevar a cero nuestra programación hasta fin de año”.
Esta dura decisión que le toca tomar a los responsables de Agrale es una más dentro de la industria en la cual solo hay perjudicados. El Gobierno, como es costumbre no toma cartas en el asunto lo que debilita la posibilidad de cambios favorables para los fabricantes nacionales a corto plazo.
