¿El utilitario más querido? A 40 años del lanzamiento de un ícono de la versatilidad
Lanzado en 1984, el reconocido utilitario francés fue objeto de deseo durante sus más de dos décadas ininterrumpidas de producción. Mirá de cuál se trata.
Pocos son los utilitarios que marcaron un antes y un después. Mientras la industria automotriz celebra hitos y conmemora vehículos icónicos, uno de esos aniversarios se destaca de manera exclusiva, ya que no es una pick up, ni un sedán, mucho menos un deportivo o coupé aspiracional.
Este año se cumple el 40 aniversario del Citroën C15, un furgón que dejó una huella imborrable en el mundo de la logística urbana desde sus inicios. Con su diseño versátil hasta sus prestaciones fiables, el utilitario se ganó su lugar como uno de los modelos más queridos y duraderos de su clase.
Presentado por primera vez en 1984, el C15 rápidamente ganó popularidad por su versatilidad incomparable. Posicionado como un vehículo utilitario compacto, era ideal para una amplia gama de usos, desde fines comerciales hasta el transporte diario. Su forma cuadrada y su espaciosa área de carga lo convirtieron en el favorito entre los propietarios de pequeñas empresas, comerciantes y familias por igual.
Citroën C15: versiones, equipamiento y motores del utilitario
A lo largo de los años, el Citroën C15 fue objeto de varias actualizaciones y revisiones, adaptándose a las necesidades cambiantes de sus clientes, pero manteniéndose fiel a sus principios fundamentales de utilidad y eficiencia. Se ofreció en cuatro variantes adaptadas a diferentes segmentos del mercado.
Furgón estándar: La versión original del Citroën C15 era una “furgoneta” sencilla con amplio espacio de carga y un chasis robusto diseñado para soportar cargas pesadas.
Furgón: Una variación del furgón estándar, presentaba paneles adicionales en los laterales para mayor seguridad y protección del área de carga.
Multiespacio: Reconociendo la demanda de una versión más amigable para los pasajeros, Citroën introdujo la variante Multispace, que incluía asientos traseros y ventanas, transformando el C15 en un práctico monovolumen.
Ediciones especiales: A lo largo de sus cuatro décadas de historia, Citroën lanzó numerosas ediciones especiales del C15, incorporando elementos de estilo únicos, características mejoradas y opciones de color exclusivas para atraer a diferentes gustos y preferencias.
El utilitario francés estaba propulsado por una gama de motores eficientes y fiables, que ofrecían un equilibrio entre prestaciones y economía de combustible adecuado a su carácter utilitario.
Cuando llegó al mercado europeo, el primero en recibirlo, equipaba un motor naftero de cuatro cilindros y 1,1 litros con 55 CV, que en 1989 fue renovado sin variar su potencia máxima y que permitía una velocidad máxima de 157 km/h, además de un paso de 0 a 100 en 13,7 segundos.
Ya en 1992 elevó la vara del rendimiento y estiró su potencia hasta los 60 CV, principalmente gracias a la incorporación de la inyección en lugar del carburador. Luego el usuario podía optar por un motor 1.4 con 75 CV que, con la ayuda de un cambio ya de cinco marchas, permitía registros dignos de un hatchback de cinco puertas.
De la mano de los nafteros, los propulsores diésel también formaron parte de esta historia. Todos atmosféricos, el más recordado es el 1.8 que se quedaba en 60 CV, y si bien alcanzaba 136 km/h lo interesante es que gastaba una media de 5,6 litros/100 km en ciclo mixto.
En cuanto a dimensiones, el utilitario C15 medía 3,99 metros de largo, 1,63 de anchura y 1,8 de altura, y contaba con una capacidad de carga de hasta 570 kg en un espacio que mantenía 1,64 metros de largo.
Tras 21 años desde de su lanzamiento ya se habían fabricado 1.181.471 unidades sin cambios estéticos, más allá de ligeras modificaciones en la parrilla, el volante, el pomo del cambio y el paso de portón trasero a doble hoja. A mediados de los ’90 fue reemplazado en parte por la Berlingo y Nemo, el furgón compacto derivado del Fiat Qubo.