GMC Railroad, la pick up clásica que conquistó a Norteamérica con su diseño y capacidades
Si hay una pick up por demás extraña pero muy singular, esa es la GMC Railroad. Una de las primeras versiones doble cabina que aparecieron en los años ’60.
Para ser una pick up especial, de esas que son consideradas una parte crucial y única tanto para la marca como para los usuarios, no basta con ser llamativa. Con marcas como Ford, Chevrolet y Jeep, GMC es un fabricante con varios ejemplos en su larga historia que pueden considerarse una pieza importante de la industria automotriz estadounidense.
Uno de esos vehículos fue la Railroad Crew Cab de 1962, una pick up diseñada y fabricada en Estados Unidos que según los expertos en diseño fue una de las más extrañas que una marca logró desarrollar, siendo que solo se ensamblaron apenas 6 unidades.
GMC Railroad Crew Cab, la pick up doble cabina más extraña de Norteamérica
La historia de la GMC Railroad Crew Cab se remonta a los años ‘60 y la necesidad de una pick up que pudiera transportar a las tripulaciones de los ferrocarriles por las vastas redes ferroviarias de los EE.UU. Sobre la base de una C/K de 1962, que contaba con una cabina con asientos para hasta 3 personas, la Railroad se convirtió en un modelo doble cabina para acomodar a una tripulación de 6 personas para trabajar.
Gracias a su combinación de diseño y funcionalidad, la GMC Railroad Crew Cab se destacaba en comparación con otras pick up de la época. Si bien a la gran mayoría nos encantan los estilos clásicos y llamativos y la ingeniería relativamente simple que los impulsa, la Railroad tenía todo para conquistar al público.
En comparación con la Ford F-100 de esos años, que mantenía un aspecto más compacto y redondeado, la pick up de GMC presentaba una apariencia más angular y robusta. Su forma cuadrada se adaptaba a los camiones GMC de servicio pesado, pero con la costosa e impresionante doble cabina y caja larga personalizada que ofrecía más espacio para los pasajeros que las cabinas estándar.
La carrocería no fue fabricada íntegramente por GMC, sino que fue creada por montadores independientes. Esta configuración de cabina, que en ese momento solo estaba disponible equipada de fábrica en el International Travelette, era algo poco común a principios de la década de 1960, pero ayudó a allanar el camino para el uso extensivo de esta espaciosa configuración de cabina durante las décadas siguientes, siendo hoy el éxito del nuevo milenio.
Empresas como Crown Steel Products, de Idaho, y Stageway Coaches, de Arkansas, fueron las responsables de crear esta pick up única con una cabina más larga y tres juegos de llantas traseras adicionales, por lo que no desentonaría en una reunión de pick up personalizadas en la actualidad, pese a que fue construida en 1962.
Además de la incorporación de una cabina más grande, el Railroad fue equipado con ruedas retráctiles delanteras y traseras con brida para poder circular por una vía, mejorando aún más su apariencia única, al tiempo que lo mantenía lo más práctico y orientado al trabajo posible para los ferrocarriles.
La cabina contaba con pilares A, B y C inclinados hacia adelante, líneas contorneadas en la carrocería, una enorme ventana trasera, parasoles exteriores delanteros y traseros que sobresalen y un parabrisas semienvolvente, mientras que un capot largo, ancho y abultado esconde un llamativo V6.
Este bloque desarrollado por la propia GMC mantenía una gran cilindrada de 305 pulgadas cúbicas (unos 5.0 litros) que erogaba 150 caballos, muy poco si se la compara con las F-100 con motores V8. Era capaz de cargar con 1.500 libras (casi 700 kg) y 6.000 libras de remolque, unos 2.700 kg.
Pese a que se construyeron seis unidades (algunas con tracción total), se sabe que solo una vive en Estados Unidos, siendo que otras tres están varadas en Canadá. Además, es raro ver una de ellas en reuniones de clásicos o exposiciones, por lo que si estás buscando una te deseamos suerte.