¿Por qué la Ford Ranger XLS es una compra racional?
El último rediseño de la Ranger incorporó una serie de reformas internas que repercuten en confort y en su dotación. Te contamos todo lo que trae.
Son contadas las veces que las marcas eligen darnos versiones no full de sus productos. Puede ser por una cuestión de imagen o bien por disponibilidad, pero no siempre tenemos la oportunidad de subirnos a la parte “baja” de alguna gama.
Sin embargo, en esta oportunidad, estuvimos una semana manejando la variante XLS de la Ford Ranger y te contamos cuáles son las novedades. Hay modificaciones que se ven y otras que no se ven, ya sea porque están en las entrañas o porque hay que ingresar al habitáculo para verlas. Por afuera los cambios estéticos pasan por la nueva parrilla, el diseño de faros antinieblas y también –por qué no– por la reubicación de la antena y el nuevo azul (“Belice”).
Entre lo que “no se ve”, anotamos: protector de transmisión, tanque de combustible y reductora, cortapiedras en amortiguación trasera, protector de radiador y cárter y ganchos soldados al chasis. A eso se le suma algo que siempre hace falta en una pick up de estas características: amortiguación del portón de caja. A través de una barra de torsión se hace mucho más ameno y liviano abrir y cerrarlo. Para imitar.
Pero lo más importante pasa por la suspensión delantera, que se remodeló con algunos elementos más nobles, y se reubicaron ciertos componentes que redundan en mayor confort. La diferencia es sutil pero notable en el día a día.
Una vez adentro nos topamos con la grata sorpresa de que el interior se aggiornó: basta de pantallas y arquitectura anticuadas. Ford decidió universalizar la configuración electrónica en los catálogos de entrada, lo que se traduce en dirección eléctrica, tableros y pantallas “nuevas” para todas, aunque estas pueden ser en formato de 4,2 y 8 pulgadas.
La Ranger XLS hace uso de la pantalla grande y eso es un plus porque el SYNC es uno de los mejores sistemas disponibles actualmente en cuanto a telemática, aunque en esta variante no tiene navegador, algo que debería importar poco, ya que podemos emparejar nuestros mapas desde el móvil gracias a Android Auto o Car Play.
En cuanto al tablero, viene bien la renovación. Nunca fuimos muy fanáticos del de Ranger ya que amucha información y se manca en cuanto a visibilidad, pero es completísimo. Celebramos la actualización. Algo de equipamiento: destacamos el limitador de velocidad (cada vez lo usamos más), climatizador bizona y sensor trasero de estacionamiento con cámara. A eso le sumamos los 3 airbags que equipa que, si hilamos fino, nos dejan gusto a poco.
Con la nueva suspensión la experiencia a bordo es muy grata tanto para circular en asfalto como para salirse del camino. Hicimos ambas y el resultado fue lo que esperábamos: una pick up con un confort mejorado y la vehemencia típica del cinco cilindros cuando lo exigimos.
La caja de transmisión (de una perilla que no nos transmite mucha robustez) cumple su labor sin despeinarse y la caja, de selector largo, tiene pasajes correctos y unos recorridos algo largos y dubitativos.
No hubo modificaciones en la planta impulsora, por lo que se mantiene el 3.2 pentacilíndrico de 200 CV: cero a cien en 12 segundos, el kilómetro en 33 y una recuperación de algo más de 7. Se lo sigue sintiendo poderoso y con ganas de salir a cada momento a devorar kilómetros y a cargarla con exactos 975 kg. En materia de consumos, entre 7 y 10 litros circulando a velocidades constantes y un urbano de casi 13 litros cada cien que, en combinación con el tanque de 80 litros, entrega una autonomía en ciudad de 660 kilómetros. Sí creemos que sigue tomándose su tiempo (y distancia) para frenar: casi 45 metros para el 100-0.
Por último, a la hora de hablar de la maniobrabilidad, la dirección eléctrica ayuda y los mencionados sistemas de asistencia de la Ranger (cámara y sensor trasero) contribuyen a aparcar esta mole de casi 5 metros y medio.
La gama de Ranger es muy prolífica, con lo cual queda en un nicho muy peculiar. Aun así, está un poquito por encima de las opciones que ofrece la competencia. La Ranger XLS mantiene virtudes y agrega modificaciones que influyen positivamente en el día a día del usuario. Eso, sumado a la tracción integral y a los 200 caballos del 3.2, termina por redondear una muy buena opción dentro del mundo de las pick ups laborales.
Periodista deportivo. Egresado de DeporTEA, en 2001. Ingresó en Motorpress Argentina en marzo de 2004 y desde entonces se dedica de lleno al mundo de los motores. Arrancó produciendo contenidos para los canales “Autos” y “TC 2000” del portal Terra Argentina y luego ocupó diferentes cargos en todas las publicaciones especializadas de la editorial: Auto Test, Auto Plus, La Moto, Transporte Mundial y Maxi Tuning.
Desde comienzos de 2018 es Content Manager del multimedio digital MotorDigitalPress.