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La restauración de esta Chevrolet Viking de 1957 la convirtió en una pick up exclusiva

Esta Chevrolet Viking de 1957 recibió una actualización sin precedentes y se convirtió en una pick up con piezas de Impala y Chevrolet 400.

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Esta Chevrolet Viking de 1957 se benefició al recibir una actualización sin precedentes y se convirtió en una pick up con piezas de Impala y Chevrolet 400. Según explicaron los realizadores, es una camioneta que llegó bastante castigada de chapa y se tuvo que hacer un restauración a fondo. Para lograr el objetivo de que vuelva a la carretera, tenía que poder superar las pruebas de la Verificación Técnica Vehicular, y para eso, debía tener un óptimo funcionamiento. Después de un gran trabajo lo consiguió.

Si bien se logró una línea estética original está montada sobre el chasis de un Chevrolet Impala al cual se le tuvo que realizar un trabajo de anclaje. Para la pintura se combinaron el color bordo con el negro mate dando un resultado realmente impactante.

La suspensión trasera es regulable y la delantera a espirales, se destaca la luneta panorámica, sus ruedas de talón bajo número 35 de 235 mm de ancho. Por otra parte, la columna de dirección tuvo que ser reformada para adaptarla al chasis.

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La Chevrolet Brava modelo 68 que pasó a ser una pick up Viking de 1957

El dueño confiesa que en los papeles es una Chevrolet Brava modelo 68: “La cabina es de un Chevrolet de 1957 versión 4400 esta es la liviana. ya que había una pesada”.  La parrilla original y los paragolpes tuvieron que ser trabajados exclusivamente a mano para poder rescatar las piezas ya que fue posible conseguir las partes. Con respecto a la motorización, cuenta con un propulsor Chevrolet 230 de 6 cilindros estándar con una leva de calle y caja de cinco velocidades.

Una de las novedades que incorporó esta Chevrolet de 1957 es la transmisión sincronizada, la misma permite cambiar de marcha de manera eficiente. A diferencia de las transmisiones no sincronizadas, que requieren que el conductor adecue manualmente las revoluciones del motor y la velocidad de las ruedas, las sincronizadas utilizan un mecanismo que ayuda a igualar estas velocidades automáticamente. De esta forma el cambio de marchas se siente más suave y se reduce el riesgo de dañar los engranajes.

Los detalles del interior y la fusión entre el Chevrolet 400 y el Impala para poder armar esta Viking

En el interior se buscó dejarla lo más original posible, la unidad original venía con palanca al piso. Esta Pick up exclusiva conserva el butacón de tres plazas que montó la Viking del 57. Por su parte, la columna de dirección tuvo que reformarse para adaptarla al chasis.

De la parte instrumental no se pudo rescatar mucho, si bien se intentó conseguir la mayor cantidad de piezas originales se tomaron varias piezas del Chevrolet 400, un ícono de la industria local. Su antecesor es el Chevy Nova II estadounidense. Cabe destacar que el Chevrolet 400 se convirtió en el primer auto fabricado por General Motors en América Latina y en el cuarto fuera de los Estados Unidos. El recordado 400 supo ser la respuesta de la marca del moño al lanzamiento del Ford Falcon.

Los paneles de las puertas fueron tapizados a mano en dos colores haciendo juego. El volante, la radio y la pedalera se tomaron del Chevrolet Impala como la pedalera.