Un camión y un remolque de 30 ejes trasladaron un submarino gigante de 350 toneladas
Otra hazaña del transporte fue perpetrada por los genios de Küble Spedition al realizar la logística de uno de los submarinos más grandes durante 50 km en plena ciudad.
Uno de los submarinos más grandes de la vieja escuela inició su último recorrido para descansar tranquilamente en uno de los museos de vehículos históricos de todo tipo con domicilio en Alemania, país que este gigante de los mares profundos supo vigilar durante casi 40 años.
El enorme submarino es conocido como U17 S196 y entró en servicio en la Armada alemana en 1973 permaneciendo en servicio hasta 2010. Ahora se exhibirá en el Museo de Tecnología de Speyer gracias a la empresa de transporte especializada Kübler Spedition, que ya demostró su potencial con otros vehículos y piezas de gran porte, así como submarino de menor tamaño.
Cómo fue el traslado del submarino gigante alemán
El objetivo era titánico: llevar desde la costa báltica, casi en la frontera con Dinamarca, hasta Sinsheim, en el suroeste del país, el enorme submarino U17 S196 que operó en su momento con 24 tripulantes a bordo.
El submarino en cuestión pesa nada menos que 350 toneladas, mide 50 metros de largo y 9 metros de alto. No es uno de los más grandes (uno de la serie Typhonn puede alcanzar los 125 metros de largo y más de 1.000 toneladas de peso bruto), pero al momento de trasladarlo su impronta se hace valer.
Este gigantesco proyecto sólo se hizo posible gracias a un excelente equipo formado por especialistas de los museos tecnológicos de Sinsheim-Speyer, la compañía naviera van der Wees y la reconocida empresa Kübler.
La compleja y exigente operación de transporte duró cuatro semanas y planteó enormes desafíos a los equipos involucrados. La ruta de transporte llevó al submarino primero por los ríos Rin y Neckar a través de un recorrido de más de 700 km, antes de encarar el último tramo de 50 kilómetros restantes por carretera desde Haßmersheim.
Esta ruta requirió medidas especiales y una cuidadosa planificación para superar los numerosos obstáculos. Para tener una idea de la complejidad, este último tramó demoró nada menos que dos semanas desde el puerto hasta llegar al museo.
El principal encargado de mover el submarino gigante fue un MAN TGX 41.680 (convertido a 8×6) con Frieder Saam al volante, uno de los conductores profesionales más experimentados de la compañía y quien por años fue el guía al momento de transportar vehículos pesados con carga sobredimensionada.
Además del remolque especial de 30 ejes dividido en tres plataformas y con un peso de 150 toneladas extras (sí, el equipo tuvo que mover unas 500 toneladas), se utilizaron dos camiones que empujaron de atrás para mover semejante móvil en diferentes maniobras, como el movimiento lateral de la carga, para pasar por debajo de puentes y viaductos.
La preparación para el transporte por carretera requirió cambios de tráfico, tala de árboles y cortes de energía y teléfono, así como decenas de señales de tráfico para que nada sufra una rotura inesperada.
Estos fueron los retos para lograr trasladar el submarino
Tecnología: La innovación técnica única es un dispositivo giratorio con el que se puede girar el pesado coloso de 350 toneladas (más 150 extras del tractor y remolque) durante el transporte. Debido a las restricciones de altura y anchura a lo largo de la ruta, el submarino debió girarse varias veces 73 grados.
Cruzar la autopista A6: La autopista se cruza dos veces a nivel del suelo y los conductores que iban en sentido contrario la siguen, lo que requirió cierres totales temporales y precauciones de seguridad.
Pasos a nivel: Se debieron pasar dos pasos a nivel, lo que requirió paradas y cierres de rutas meticulosamente planificados.
Ciudades estrechas y puentes débiles: El submarino y los responsables del transporte atravesaron ciudades estrechas y puentes temporales especialmente construidos.