Fabricaron un mini-tren con motor de 28 CV sobre la base de una clásica van
Otra joya de la industria del transporte fue recientemente descubierta en Alemania. Se trata de un mini-tren desarrollado sobre la van más famosa de VW.
Fabricar un mini-tren sobre la base un vehículo utilitario no es para cualquiera, sobre todo si hablamos de una unidad que fue inventada hace nada menos que 70 años atrás. Esta vez no se trata de un modelo ensamblado por un aficionado en el garaje de su casa, sino de uno que fue diseñado por expertos.
Tras mostrarte el espectacular Half-Track Fox, una Kombi T1 (la Bulli o Transporter) reconvertida para uso todoterreno con cuatro ejes y orugas accionadas por cadena en la parte trasera, el departamento de Vehículos Clásicos de Volkswagen (VWNO) descubrió una vez más una joya histórica en formato mini-tren.
Y cuando decimos mini-tren no nos referimos a un servicio de bus sustitutivo del ferrocarril sino a un vehículo utilitario que realmente circula sobre rieles: el Klv-20, otra Kombi T1 mezcla de tren y van fabricada en 1955.
La historia del primer mini-tren Volkswagen
Corría el año 1954. Los Ferrocarriles Federales Alemanes se enfrentaban al reto de adquirir nuevos vehículos de servicio compactos para sus ferrocarriles. En lugar de desarrollar un vehículo nuevo desde cero, combinaron el versátil Volkswagen Kombi con un chasis sobre raíles y crear así un mini-tren.
El proyecto de este vehículo compacto con motor de combustión interna se encargó a dos empresas, Martin Beilhack (Rosenheim) y Waggon- und Maschinenbau GmbH Donauwörth, para que en un plazo de un año adaptaran unas 15 unidades para uso ferroviario.
Estos mini-trenes se utilizaban principalmente en los depósitos de mantenimiento de vías y señales para realizar viajes de inspección y reparación, y permanecieron en servicio durante un tiempo considerable, ya que no fue hasta la década de 1970 que fueron eliminados en gran medida.
Hoy en día, sólo queda un puñado de estas unidades mini-tren que todavía están en funcionamiento y en tan buenas condiciones como el Klv-20 encontrado por VWNO.
La Kombi mini-tren consta esencialmente de tres componentes: la carrocería de la van, un motor industrial Volkswagen de 28 CV y un chasis con mecanismo hidráulico de elevación y giro. Esto permitió que una sola persona pudiera levantar el Klv-20, darle la vuelta y volver a colocarlo sobre los rieles, en lugar de tener que regresar al punto de partida en marcha atrás.
Para garantizar que el mini-tren cumpliera con la normativa para vehículos ferroviarios auxiliares, se quitaron las luces delanteras y traseras y estas zonas se cubrieron con paneles metálicos. A continuación se instalaron en nuevas posiciones las luces estándar previstas para los vehículos ferroviarios: dos luces blancas delante y una luz roja detrás.
Para su desarrollo, la unidad de potencia fue montada en un bastidor de chasis soldado de acero seccional resistente. Los ejes giran sobre rodamientos de rodillos, mientras que el bastidor también sostiene los juegos de ruedas, que son de acero y tienen un diámetro de 550 mm, y que están bien amortiguados y guiados.
Entre la llanta y el núcleo de la rueda se colocan elementos de goma según el sistema «Bochumer Verein», lo que permite una amortiguación muy eficaz del ruido del vehículo. Sin embargo, este mini-tren también puede equiparse con ruedas normales.
Las cuatro ruedas tienen frenos de zapata internos, que se activan mediante el pedal del freno a través de un sistema oleohidráulico. Un par de ruedas también se puede frenar mecánicamente mediante la palanca del freno de mano bloqueable.
El puesto del conductor tiene dos puertas, mientras que el compartimento de pasajeros o de carga tiene una puerta de hoja ancha. También se echa de menos el espejo retrovisor y el volante, algo que no sorprenderá a los entusiastas de los trenes, pero es una sensación completamente desconocida para los fanáticos de la Kombi.