Vendían el camión que condujo durante 10 años, lo compra y lo transforma en su hogar
Un chofer que mantuvo buena parte de su vida laboral a bordo de un solo camión decide comprarlo como muestra de afecto a quien lo acompañó durante una década y jamás le falló.
Siempre decimos que el camión es mucho más que una herramienta de trabajo para un chofer. Y no importa si es dueño o solo empleado de una empresa: el apego a estas máquinas devoradoras de kilómetros es tan grande que hasta son parte de la vida de quien se esconde detrás del volante.
Es por eso que además de personalizarlo, mimarlo con algunos accesorios tanto de cabina como de chasis, y cuidarlo como a un hijo, el chofer sabe bien que es su compañero de ruta, su confidente que lo acompaña durante largas horas de trabajo.
Por estas razones, mencionamos solo algunas, cada chofer se siente identificado con algún camión a lo largo de su vida laborar. Y este es el caso de un ciudadano holandés, que luego de ser el responsable de una misma unidad en dos empresas diferentes durante una década, decide comprarlo para que continúe siendo parte de su vida.
Un camión, un chofer, y una linda historia para contar
Esta es una de esas historias curiosas que nos hacen ver cómo la relación de un chofer con su herramienta de trabajo va más allá de conducir día tras día transportando diferentes cargas, uniendo ciudades, estados y hasta países.
El camión que es una parte importante de esta nota es un Volvo FH12 420 con cabina Globetrotter del año 2000 que actualmente forma parte de la VVVNN (Asociación de Veteranos de Camiones del Norte de Holanda). Es por eso que su historia comenzó ni bien fue adquirido, hace más de dos décadas.
En el primer año del nuevo milenio, la empresa de transporte de cereales Sprik Granen adquirió el camión para incorporarlo a su flota. Ganó un color rojo en toda su cabina (el mismo que representaba a la empresa) y fue acoplado a un semirremolque. Este conjunto fue entregado a Harry Kroeze, quien se convirtió en el único conductor del FH12.
En el año 2005, Sprik presentó su quiebra, el camión se vendió y Harry se quedó sin trabajo. Pero muy poco tiempo después, el Volvo fue adquirido por la compañía de logística Bok Transport y Harry, al saberlo, fue tras el nuevo propietario y, por supuesto, el camión en el que trabajaba y tanto quería.
Para su suerte, presentó su experiencia en esta nueva empresa y se fue de allí con un nuevo trabajo y con el mismo camión, pero ahora con nuevos colores en todo el conjunto. Incluso se llevó los accesorios que sacó de su compañero de ruta cuando dejó Sprik.
En 2010, cuando el FH alcanzó casi los dos millones de kilómetros, Bok Transport lo puso a la venta a fin de renovar la flota. ¿A que no se imaginan quién fue el comprador del FH12? Sí, el propio Harry, quien ahora es propietario permanente del camión con el que trabajó durante los últimos 10 años.
Más allá de querer tenerlo en su vida, la intención de Harry era transformarlo en un vehículo de pasajeros pero con las comodidades de un motorhome. Y fue así que el Volvo empezó a cobrar una tercera vida en manos de una misma persona, transformándose en un vehículo recreativo.
Para ello, el orgulloso dueño acortó el chasis e incorporó una cabina adicional, similar a las transformaciones norteamericanas. En esta parte se instaló un equipo de camping, como paneles solares, sofá, cama, mesa y cocina. La finalización de este proyecto coincidió con la jubilación de Harry, y ahora se dedica a viajar con su esposa en el mismo camión en el que pasó la mayor parte de su vida trabajando.