Los camiones quitanieves más raros del mundo: aspiradora gigante y motor de avión
Entre los camiones más extraños del mundo encontramos estos modelos desarrollados en Rusia que quitan la nieva con un sistema muy particular.
Los camiones, si bien mantienen la esencia con el correr de los años, no en todos países son exactamente iguales o sirven para las mismas aplicaciones. Cada mercado opera a su manera según su fuerte en lo que a materia prima o necesidades se refiere.
Los países del hemisferio norte se ven afectados por nevadas y temperaturas muy bajas en el período invernal, una condición común en ellos. Esto es lo que ocurre con Rusia, al ser el país más grande del mundo, engloba muchas regiones de frío intenso no sólo en invierno, sino de forma permanente.
Ahora bien, ¿Cómo son las carreteras, autopistas, aeropuertos y ferrocarriles en estos países? Todos ellos tienen que atravesar constantemente espacios repletos de nieve y los ciudadanos deben lidiar con vehículos completamente congelados. Pero para minimizar estos efectos, se crearon diferentes equipos especializados y solventar así las tareas.
Rusia y sus camiones quitanieves más extraños
Los rusos, país peculiar si los hay, son capaces de crear las soluciones más inusuales para resolver sus problemas de transporte. Y un claro ejemplo de esto son los camiones quitanieves equipados con motores de aviones de combate militar fijados en la parte delantera, una idea que se tomó de los trenes del siglo pasado.
Si bien es un desarrollo que no en todas partes del gigantesco país se utiliza, son varias regiones donde estos camiones son necesarios. La tecnología es sencilla: se instala un motor Klimov VK-1, los mismos que hacían volar los aviones de combate MiG-15 y MiG-17 y los primeros modelos soviéticos en producirse en masa, y se orienta la salida en la parte baja frontal del camión lanzando el aire sobrecalentado contra la superficie helada.
Con la potencia de estos motores, la nieve se retira de las carreteras de manera rápida y eficaz, ya que la gran parte de ella se derrite y se evapora, despejando completamente la superficie en tan solo unos minutos. Los camiones tradicionales, equipados con palas, simplemente arrojan nieve al costado de la carretera que luego debe ser retirada con otros equipos.
El motor a reacción está controlado por el conductor, quien varia la salida y la temperatura de los gases (que pueden alcanzar los 600 grados Celsius). El camión suele tener un aislamiento acústico especial en la cabina que protege al operador contra ruidos extremos y la elevada temperatura.
Lógicamente, la posición de estos motores variaba según la construcción de los camiones: en algunos, la salida del impulsor a reacción está montada en la parte trasera o en los laterales, en otros en la parte delantera. Como se aprecia en las imágenes que ocupan esta nota, se utilizaron camiones todoterreno tradicionales del mercado ruso, como KrAZ, Ural o Zil.
Este tipo de camiones, además de retirar la nieve de las pistas, también se utilizan para descongelar los fuselajes de los aviones. En este caso, la configuración es un poco diferente, ya que el motor a reacción se coloca sobre una plataforma elevada montada en la plataforma del camión, siendo fundamentales debido a las temperaturas cercanas a los -50ºC durante el invierno.
La idea de utilizar un camión con motor a reacción hoy en día es algo obsoleto, ya que, además del enorme consumo de combustible y el ruido, existe el riesgo de dañar la pista o el propio fuselaje del avión.
En la actualidad, la evolución tecnológica también contribuyó al desuso de estos camiones quitanieves, ya que ahora existen productos químicos aptos para estas tareas, que además son más eficientes y económicos. Sin embargo, hay camiones en regiones del extremo norte de Rusia que aún encuentran en funcionamiento.
