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Los camiones eléctricos no predominarán en 2030: desde cuándo y quiénes lo aseguran

Dos organizaciones coinciden en que los camiones eléctricos no predominarán para 2030. Cuándo lo harán y qué falta.

Los camiones eléctricos aún no son protagonistas

Pese a que los avances en materia de electrificación son cada vez más contundentes dada la prioridad hay que a nivel global, la realidad indica que, aunque los camiones sostenibles se irán masificando, no predominarán por completo para 2030, el año objetivo para diversos fabricantes. Y ya no es una teoría de alguien particular, sino de las principales organizaciones.

Con la UE incluida, hasta algunas organizaciones del sector energético advierten que todavía hay dificultades tanto de logística como de otras cuestiones para que los camiones en circulación puedan ser únicamente eléctricos. Se hace principal referencia a Europa, pero también a todas las regiones posibles.

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La meta concreta en el viejo continente era alcanzar entre 300 mil y 400 mil camiones de cero emisiones para 2030, pero parece que se trata más bien de una ambición poco realista. ¿Por qué? Porque, según los datos más recientes de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) y Eurelectric, si en 2023 sólo el 1.5% de los nuevos vehículos pesados eran eléctricos, es imposible que para 2030 alcancen el 100.

El futuro de los camiones electricos

Desde Bruselas, ambas organizaciones emitieron un comunicado conjunto en el que instan a acelerar la preparación de las condiciones necesarias para este cambio. Lo vinculado con la infraestructura energética es considerada la barrera más importante.

Cuáles son los desafíos para una flota 100% eléctrica de camiones

Al fin y al cabo, el mayor desafío no radica precisamente en producir camiones eléctricos, sino en garantizar que puedan operar sin restricciones. No es novedad decir que los pesados demandan una potencia considerablemente mayor que los vehículos livianos. Y esto pone en jaque a las redes eléctricas, las cuales están lejos de ser adaptadas correctamente para abastecer una demanda mucho más elevada.

ACEA y Eurelectric advierten que las redes deben convertirse en facilitadoras del cambio y no en un obstáculo. Para ello, reclaman inversiones anticipadas, procesos de autorización más flexibles y la implementación de recarga inteligente, ajustada a los horarios de los conductores y a la disponibilidad energética real.

Un camion electrico

Otro punto clave y que quizás no se habla tanto es el diseño de mapas armonizados de capacidad de red para orientar tanto a compradores como a desarrolladores de infraestructura. Es decir, cómo saber qué zonas priorizar para brindar mayor confiabilidad a los compradores o usuarios. 

Otras irregularidades clave

Además, se pide establecer un marco justo de remuneración para los operadores de red. ¿Para qué concretamente? Para estimular la inversión sin exponerlos a riesgos excesivos en un mercado aún incierto. Este aspecto explica también por qué los camiones eléctricos están lejos de ser igual de confiables que los tradicionales a combustible fósil.

El último desafío que ACEA y Eurelectric aseguran que no es nada menor es el que se resume como las reglas del juego. Concretamente, sostienen que los parámetros de costos actuales están obsoletos y que el aspecto económico y regulatorio del transporte sostenible deben modernizarse. Aparte, esto influiría en las cadenas de suministro, en un contexto en el que escasean el cobre, aluminio, transformadores, acero y otros materiales críticos.

La máxima certeza a partir de lo que los números muestran es que los camiones eléctricos están lejos (al menos a más de cinco años) de predominar y desplazar por completo a los diesel, GNC u otro combustible cuyo funcionamiento produce emisiones tóxicas.