¿Cuánto consume un camión de 18 toneladas y cómo ahorrar combustible?

El consumo de combustible es uno de los aspectos más importantes a considerar al operar un camión de 18 toneladas. Y, a partir de esto, tener en claro cómo hacer para optimizarlo es una de las claves más importantes. Esto se debe principalmente al ahorro económico que significa repostar un 5, 10 o 20% menos de litros. También a que contribuye a extender la vida útil del propulsor.

El hecho de hablar de 18 toneladas es prácticamente un sinónimo de una considerable cantidad de litros que se requieren para funcionar. Sin embargo, no es igual un vehículo pesado moderno y con un motor de última tecnología que uno más antiguo y con una cilindrada aún más grande.

¿Cuánto consume un motor de 18 T?

El consumo de combustible de un motor de 18 toneladas puede variar según una serie de factores. En promedio, se estima que pueden consumir alrededor de 35 litros de diésel cada 100 kilómetros recorridos. Sin embargo, va disminuyendo o cambiando según la carga transportada, velocidad y terreno. Para ser más concretos, depende de todo lo siguiente:

• Peso del camión y la carga: a mayor peso total del vehículo, se requerirá más combustible para moverlo. Sucede también con el auto más pequeño
• Tipo de carretera: las subidas y bajadas hacen cambiar el consumo de combustible en comparación con una carretera plana
• Velocidad del camión: a velocidades más altas, aumenta la resistencia del aire y, por lo tanto, el consumo de combustible
• Estado de las llantas: si están en mal estado incrementan la resistencia al rodaje y, por ende, el consumo
• Mantenimiento del motor: si se encuentra en buen estado, entonces funcionará de forma más eficiente y consumirá menos diesel
• Condiciones climáticas: el frío extremo aumenta el consumo de combustible debido a la necesidad de mantener una temperatura óptima del propulsor

¿Cómo reducir el consumo de combustible de un camión de 18 toneladas?

Afortunadamente, existen varias medidas que se pueden tomar para reducir el consumo de combustible en un camión de 18 toneladas, como así también en otros:

• Mantenimiento regular: incluye cambios de filtros y revisión del sistema de inyección de combustible para optimizar la eficiencia
• Conducción eficiente: adoptar hábitos de conducción más eficientes, como evitar aceleraciones bruscas y mantener una velocidad constante, reduce la cantidad de litros que se gastan cada cierta cantidad de kilómetros. Utilizar anticipadamente el freno motor colabora en este sentido.
• Reducción de carga: al haber menos elementos o peso se requerirá de menor esfuerzo para mover el vehículo. En consecuencia, se consumirá
• Mejoras aerodinámicas: instalar deflectores y utilizar neumáticos diseñados para minimizar la resistencia al aire mejora la aerodinámica del camión y favorece la eficiencia. En este sentido, el diseño y altura también es clave

Cabe destacar que un camión de 18 toneladas es sinónimo de 18000 kilos. Si un auto cuando pesa 1800 (es decir, el 10%) ya gasta más combustible que el de 1200 con el mismo propulsor, en un camión la diferencia es más impactante. Por ello, hablar de más de 30 litros cada 100 kilómetros efectuados no sorprende, más allá de que no deja de ser una cifra alta e implicar un alto monto a la hora de repostar.

¿Cuánto influye el sistema de transmisión?

No se percibe a simple vista, pero sí se siente al andar (sobre todo para quien conduce) y, fundamentalmente, a la hora de evaluar cuánto diésel o combustible se gasta, sobre todo en trayectos urbanos. Al igual que en otros vehículos, en los camiones tampoco es igual un sistema de transmisión manual que automático e incluso presentan diferencias significativas entre sí.

En el caso de la caja manual, tener más marchas (por ejemplo, 10 en vez de 7) contribuye a que cada una sea más corta y, por lo tanto, más ágil y menos consumidora. Esto último -más que nada- porque al tener más cambios se permite ir, por ejemplo, a 80 km/h a menos RPM, lo que deviene por defecto en una reducción del consumo y de las emisiones contaminantes. Asimismo, hay distintos sistemas de transmisión automáticos, cuya eficiencia afecta (ya sea para bien o para mal) en el consumo.