Fluidas y con gran atención a los detalles y terminaciones, las líneas del 6.160 en nada se modificaron respecto del 9.170, aportando una base robusta, con paragolpes, ópticas y laterales de diseño rectangular, y una nueva parrilla característica que enmarca la filosofía a seguir en los próximos modelos de la casa alemana.

Como característica distintiva de diseño se diferencian las puertas extendidas en la parte inferior que cubren el peldaño de ascenso y descenso de la cabina, las luces diurnas DRL, el parasol color carrocería, el mismo parabrisas que su hermano mayor (sin burletes), los espejos plegables a 90° dotados de un brazo de menor medida para poder atravesar espacios angostos en las ciudades. Esto no implica cambios en la correcta visión hacia atrás y, al mismo tiempo, disminuye las dimensiones de la unidad (2.997 mm total de ancho). También, y para minimizar los tiempos de reparación, la terminal OBD de la ECU del camión está ubicada a mano por debajo de la guantera.

La amplitud interior no se vio modificada, ya que la cabina no sufrió cambios en sus cotas y la calidad percibida continúa siendo elogiable. En el Delivery la movilidad interior fue una las premisas a la hora de plasmar la nueva generación. El habitáculo continúa siendo amplio y ergonómico, con una posición de manejo que se asemeja más a la de un furgón que a la de un camión liviano gracias a la doble y extensa regulación de la columna de dirección, la empuñadura del volante y los ajustes de la butaca. En esta oportunidad y a diferencia del 9.170 la suspensión neumática fue reemplazada por un amortiguador hidráulico, ya que el producto no cuenta con compresores a aire para el sistema de frenos (también perdió la útil entrada de aire en la consola central). De todas formas, es imposible no encontrar la posición de manejo ideal en el nuevo Delivery.

Por otra parte, equipa un instrumental dotado de un completo ordenador central, una plancha que aporta modularidad que ofrece la posibilidad de configurar y organizar a demanda los dispositivos como sistema de audio, tacógrafo y los equipos propios de cada operación. Asimismo ofrece gran cantidad de portaobjetos diseminados por toda la cabina y soluciones para cada tipo aplicación y usuario. Un claro ejemplo de ello nace del asiento central con respaldo abatible que cumple la función de mesita y espacio para que el conductor lleve, por ejemplo, sus talonarios con remitos y anotaciones para cada entrega de mercadería.

Bien por Volkswagen en optar por un sistema sencillo y eficaz a la hora de rebatir la cabina para ingresar a la parte mecánica: de destraba desde una palanca ubicada debajo de la butaca pasajero y se suelta con otra (desde el mismo sistema, situado por debajo del filtro de aire). Adiós al cricket.

Si bien lo probamos durante el lanzamiento global de la familia Delivery que la compañía realizó con bombos y platillos en la planta de Resende, Brasil, con caja paquetera y unas dos toneladas y media de carga, la sesión de fotos fue consumada con una unidad “pelada” en la pista de pruebas que Volkswagen posee en el Centro de Producción de Pacheco, en Buenos Aires.

Allí comprobamos la eficiencia del conjunto mecánico, su esquema de suspensiones y el confort al volante. Una vez más, la marca confía en Cummins para motorizar sus camiones. En este caso es un nuevo 2.8 de la línea ISF Euro 5 que desarrolla 156 caballos y un torque máximo de 430 Nm disponible entre las 1.500 y 2.400 rpm. Inyección common rail, turbocompresor e Intercooler complementan las cualidades del block.

Algo que notamos al sentarnos en todos los modelos de la nueva generación es la sensación, por momentos, de estar al volante de un furgón, y otros frente a una pick up. La butaca es por demás cómoda aunque le vendría bien un sistema que varíe la dureza del amortiguador según el peso del conductor.

Más allá de la moderna y funcional plancha, el nuevo instrumental se lleva todos los laureles. Quien busque información completa de la unidad, encontrará en él un aliado. Informa sobre trayecto recorrido, consumos promedio e instantáneos, check control de todos los sistemas electrónicos, y permite configurar funciones del vehículo, como las trabas eléctricas y altura del volumen de alerta del panel de instrumentos y encendido de luces, entre otros aspectos.

En marcha notamos una suspensión general puesta a punto para la ciudad, pero siempre con carga en el chasis. Tal y como remarcamos en el contacto del 9.170, la cabina LT anterior era por demás áspera. Ahora con la disposición de un conjunto independiente delante, eje rígido atrás, suspensión mecánica de cabina con amortiguador y bujes de encastre la sensación es otra.

Al insertar primera, el vástago también lleva el ADN Volkswagen. Es pequeño, está a mano y es de recorridos cortos. Correcto funcionamiento de la caja desarrollada por Eaton que cuenta, en caso de ser necesario, con una toma de fuerza de serie con las respectivas fichas para facilitar su conexión. Pulgar arriba. Esta transmisión de seis marchas está correctamente hermanada con el propulsor y la electrónica del vehículo.

Prueba de ello son el económetro, tecnología que indica mediante el instrumental el momento ideal para cambiar de marcha y así preservar los componentes de desgaste y potenciar la reducción del consumo de combustible, y el alerta de marcha engranda/embrague que, en caso que se lo esté “sacando” en un cambio indebido o si se está presionando el pedal por mucho tiempo, acciona una chicharra que nos retará hasta que lo manejemos como corresponde. Un “buchón” necesario para aumentar la vida útil de los componentes mecánicos.

Giramos por la pista varias veces e incluso nos topamos con diferentes escenarios para corroborar el radio de giro, la rigidez del chasis mediante desniveles y las suspensiones al adentrarnos a un empedrado poco amigable. Allí, la dirección resultó liviana y su diámetro de giro está entre la media del segmento.

Buena nota para el sistema de frenos hidráulicos a discos con ABS y Distribución Electrónica de Frenado (EBD) con pedal dosificable. En este apartado llama la atención el disco sólido perforado ubicado entre el diferencial posterior y el cardán. Una alternativa efectiva para el freno de mano en este tipo de vehículo comercial.