Ingresar al Hino no es tarea difícil. Tampoco bajarse y cerrar la puerta, liviana y de cierre impecable. A nivel diseño, esta opción automática se diferencia por contar con la parrilla frontal cromada. El resto de la imagen, tanto exterior como interior no se ve alterada. Durante el contacto realizado en la pista de la FPT, notamos que el andar del 816 sigue siendo algo rígido. Para mitigar los rebotes y hacer más confortable la jornada, consideramos que la butaca hidráulica es un accesorio fundamental y debería ofrecerse de serie en toda la gama Hino. Fiel a su estilo, seguramente la marca lo hará a corto plazo.

La posición de manejo es elevada (vale aclarar que manejamos sentados “arriba” del motor…), pero la doble regulación del volante colabora en este sentido. Correcta dotación de serie: aire acondicionado, levantavidrios eléctricos, cierre central, airbag conductor, dos tanques combustible (100+70 litros), y toma de fuerza opcional original Hino e instalada por el propio fabricante. En el debe quedan los controles de tracción y estabilidad, que no fueron contemplados en esta gama.

El motor de 4.0 litros sigue siendo elástico y mantiene sus 150 caballos y 420 Nm de torque pese a subirse ahora a la familia de los Euro 5. No reemplaza el sistema de recirculación de gases EGR que ya montaban los Euro 4, pero para cumplir con la norma antipolusión más rigurosa en la región se incorporó un filtro de partículas diésel (DPR) en el catalizador. El mismo cuenta con un testigo de nivel en el instrumental, que se va llenando a medida que el camión recorre kilómetros principalmente en regímenes bajos en plena ciudad, trayecto donde se concentra un mayor número de partículas en dicho filtro.

Una vez alcanzado su tope máximo, el testigo indicará que es hora de limpiarlo. ¿Cómo? Pulsando el comando ubicado en la plancha central que se ilumina de color verde hasta que el sistema está completamente limpio. ¿Qué pasa si nos olvidamos de limpiar el filtro? El sistema detectará que el filtro está colmatado y activará automáticamente el modo de limpieza, lo que evita serios inconvenientes. “Pese a esta cualidad del sistema, hacemos mucho hincapié en la capacitación durante la entrega del 0 km para que los usuarios lo hagan manualmente”, señaló Moure.

Al mismo tiempo el testigo de accionamiento del EGR se visualiza ahora en el instrumental, con lo cual es posible informarse acerca del estado del filtro de partículas y el funcionamiento del sistema de recirculación de gases.

Al rodar con el 816 AT notamos una rápida respuesta de la caja al intercalar marchas, con leves patinamientos en los cambios bajos. Solo al insertar la marcha atrás se aprecia el clásico tironeo de la transmisión en este tipo de producto. Nada para preocuparse. Como era de esperar, no ofrece modo manual-secuencial y el comando se presenta con un estilo básico, pero que permite un manejo sencillo y rápido a la hora de seleccionar el tipo de marcha.

Nada que reprochar a la hora de circular por caminos angostos y con poco espacio, ya que no exageramos al sentenciar que el Hino Serie 300 cuenta con el mejor radio de giro de la categoría. Otro factor que aprovechamos a probar en esta variante es el freno motor, que se acciona desde el brazo derecho. El mismo posee una sola posición y al activarlo funciona continuo. En ralentí eleva las revoluciones de 700 a 900 rpm para en régimen de funcionamiento desacelerar automáticamente la marcha del camión. “Si se toma en consideración la distancia de frenado, el chofer puede frenar sin la necesidad de utilizar el freno de servicio”, apuntó Moure.

Desde Hino Argentina recomiendan gasoil que cumpla con la norma Euro 5, es decir, hasta 50 ppm de azufre. Esto no solo mejora la vida útil del motor, sino también preserva los sistemas EGR y el filtro de partículas trabaja más “liberado”. Tema aparte para el consumo. Con los productos manuales y según las pruebas realizadas por la propia terminal y los datos brindados por clientes, un camión Hino Serie 300 cargado a tope consume entre 16 y 18 l/100 km en ciudad, otorgando un promedio extraurbano que ronda los 13,5 l/100 km.

“Un 5% de reducción de consumo respecto del promedio general de un Hino Serie 300 se puede obtener con tan solo un chofer profesional. Hoy gracias a la herramienta Hino Pro podemos detectar siempre una mejora para reducir aún más el consumo con cada chofer, y siempre la encontramos. Esta herramienta permite saber si se aplica mal un freno o una marcha, o si se acelera bruscamente. Con una caja automática, todos estos efectos del mal uso se acotan, ya que la misma toma las decisiones correctas. Evitar cualquier daño por mala conducción es un plus para una empresa transportista y esta nueva opción cumple con ese cometido. Es tan eficiente el trabajo de la cadena cinemática con esta nueva incorporación que a lo largo del tiempo terminará siendo la configuración más vendida de Hino en Argentina”, aseguró el Gerente Comercial de Hino Argentina.

Disponible por el momento para la opción 816 “a secas”, ya se está trabajando para incorporarla al resto de la gama, como por ejemplo en la opción Doble Cabina. A diferencia del producto con caja manual, el precio se eleva unos 5.000 dólares. Un plus que puede resultar una mayor inversión, pero que sin duda será amortizada con el paso del tiempo debido al bajo nivel de mantenimiento que esta caja automática genera en toda la cadena cinemática.