Ford Transit 2.2 TDCi Test Drive
Ford relanza su utilitario en Argentina con una nueva opción mediana techo normal para aplicaciones en las que el volumen de carga no supera los 10 m3. Importada desde Turquía, ofrece una correcta calidad de materiales y un equipamiento de seguridad sobresaliente a un precio por demás competitivo. Conserva el 2.2 de 125 CV con caja de sexta que agrega el filtro de partículas diésel para cumplir con la norma Euro 5.
La Ford Transit Van Mediana se produce en la factoría que Ford posee en Kocaeli, Turquía. Desde allí llega este novedoso modelo que no se ofrecía hasta el momento y que cubrirá la oferta de utilitarios por debajo de los 10 m3 de volumen de carga. No dudamos en decir que continúa siendo uno de los referentes en calidad de construcción.
Nuestra unidad contaba ya con más de 6.500 km que se consumieron al cubrir gran parte de las travesías de la Ranger Experience como vehículo de apoyo. Sin cambios a nivel diseño, por fuera exhibe el family feeling de la marca, con una gran parrilla y gruesas ópticas, mientras que por dentro mantiene la plancha sin cambios. La misma aporta aires de modernidad y funcionabilidad, con ciertos detalles que recuerdan a un Focus o bien a la gama de pick up de Ford.
La caja de carga aporta las medidas necesarias para tareas de logística urbana. La puerta lateral corrediza posee un ancho de 1,3 metros, mientras que las hojas traseras abren a 180° (270° en la Van Larga Techo Elevado) y poseen un sistema de traba interna para poder circular con una o ambas abiertas al transportar elementos de más de 3 metros de longitud. Con 5,5 metros de largo y 2,5 de alto son 9,5 los metros cúbicos de capacidad volumétrica, la carga máxima es de apenas 1.500 kg (una Renault Master con 8 m3 carga 100 kg más). A su vez, está iluminada correctamente en horas nocturnas por una batería de luces y los 10 ganchos (5 de cada lado) sujetarán la carga. Bien por el cierre central individual: se cierra la cabina o la caja por separado.
La plancha central conserva el display de 3,5” para comandar (por voz o mediante controles al volante) el sistema multimedia Sync, que permite sincronizar nuestro teléfono para atender o realizar llamadas sin quitar las manos del volante. A su vez, además del Bluetooth, permite conectar USB o portátiles mediante una toma AUX. ¿No los encuentra? ¿No están a la vista? Esto se debe a que están ubicados en la guantera, que está muy bien “escondida” por encima del instrumental. Bien detallado, el último aporta la info necesaria junto al ordenador que aporta un check control de la unidad y el Ecomod, función que informa sobre el tiempo en ralentí, las anticipaciones en aceleración y frenada, entre otros, con el fin de economizar el combustible.
Posee una buena cantidad de portaobjetos como los portabotellas de hasta dos litros, cuatro posavasos, respaldo interno rebatible de la butaca central con portalapicera y un sutil elástico para sostener una libreta o tablet, o bien los 93 litros de capacidad situados debajo de los cojines de la doble butaca para acompañantes. A su vez, en la parte superior, hay dos espaciosos estantes junto a dos cajas del tipo simple din (pueden servir para colocar tacógrafos o sistemas de gestión de flotas).
Más allá del equipamiento de confort para un “laburante”, la Tranist aporta un amplio abanico de tecnología implementada a la seguridad de serie, como los airbags frontales para el conductor y los dos acompañantes, control de estabilidad (ESC), control de tracción (TCS), luces de frenado de emergencia (EBL), mitigación de riesgo de vuelco (RSC), control de carga adaptativo (LAC), control de balanceo (TSM), control de torque en curvas (TVC), asistencia de arranque en pendientes (HLA), y frenos a disco en las cuatro ruedas con ABS y distribución electrónica de frenado (EBD) y asistencia al frenado de emergencia (EBA).
Manejar una Transit en plena urbe congestionada no es tarea más difícil ni menos placentera que la de conducir un auto. La posición de manejo es de las mejores: confortable butaca regulable en altura, con apoyabrazos, cojín pivotante para descansar las piernas, y doble reglaje de la columna de dirección (extensa en altura). El volante es el mismo que ofrece el Focus, de diminuto tamaño respecto a otros furgones. Solo criticamos el ingreso a la cabina, ya que las puertas no abren a 90°lo que limita el espacio de acceso. En la visión, el amplio parabrisas, los finos parantes, los espejos eléctricos calefaccionados y con angular, y la regulación eléctrica en altura de las luces (ideal cuando la carga varía) colaboran eficientemente. Sin embargo, el limpiaparabrisas derecho (el más pequeño) se entromete en el campo de perspectiva.

El encargado de llevarnos a destino es el Puma 2.2 de 125 caballos, el mismo que monta la Ranger, pero sin el turbo de geometría variable (es fijo). Responde a la norma Euro 5, por lo que incorpora filtro de partículas diésel y necesita de gasoil Grado 3 (Premium) para un mejor funcionamiento. Elástico, las vibraciones del motor son casi imperceptibles en el habitáculo, y se comporta eficientemente con la caja de sexta, que está bien a mano del conductor y posee un impecable recorrido de todas las marchas.
El arranque, a diferencia del modelo 2014, es más rápido cuando el 2.2 está frío. Conserva el doble sistema de baterías (una exclusiva para el arranque, otra para los accesorios) y la tecnología que desactiva el alternador cuando se llega al 80% de capacidad de carga de las mismas. También, cuando ponemos primera y se va soltando el embrague, automáticamente el motor aumenta las revoluciones pasando de 800 a 1.100 para evitar que se detenga. Algo útil en pendientes con carga máxima. En ciudad el andar es correcto, sin sobresaltos y con una suspensión que prioriza el confort de marcha. La dirección hidráulica aporta la asistencia justa, pero reprochamos la falta de un sensor de estacionamiento trasero y algo más de reacción por debajo de las 1.200 rpm.
En tramos mixtos, el equilibrio es correcto sin grandes oscilaciones de la carrocería y con una insonorización que sorprende gratamente. En este aparatado la Transit merece un control de velocidad crucero, un elemento que lo ofrecen sus rivales. En el ámbito citadino no se notaron los cambios de Euro 3 a Euro 5 en cuanto a consumos. Sí en ruta, ya que disminuyó entre 0,2 y 0,3 litros respecto del modelo 2014. A un precio final sumamente competitivo de 1.044.778 pesos (octubre 2018) y dos años de garantía o 100.000 km, el producto de Ford se muestra como una opción completa, rentable y con detalles de equipamiento y calidad que hacen la diferencia.