El espacio de carga del producto asiático presenta una caja con práctico sistema de apertura de las tres hojas (dos laterales y una trasera), pero debe ganchos para resguardar la mercadería mediante eslingas. Pulgar arriba para la pequeña caja con llave donde se acomodan los ganchos de remolque y las balizas, que además ofrece espacio para un mayor número de herramientas.

Su chasis está confeccionado mediante una estructura de doble haz, una viga primaria y otra secundaria, mientras que las vigas de sección transversal, 8 en total, están soldadas con chapa de acero de 2.2 mm de espesor. “No se deforma fácilmente, posee una alta resistencia, gran capacidad de carga y estabilidad a la conducción. Además, la vida útil del cuerpo es más extensa que la de otros minitrucks de misma concepción”, afirman desde DFKS. Otra particularidad de este tipo de productos es la tracción trasera, fundamental para controlar la carga, y una configuración de rodado simple.

Sin embargo, lo que llama la atención es el diseño del producto y la calidad percibida a simple vista. Exteriormente, presenta una línea sobria, pero bien ensamblada. La pluma tosca y básica se dejó de lado en los últimos productos de origen chino. Así como se lo aprueba por fuera aprueba, lo mismo ocurre al abrir la puerta.

Al girar la llave el 1.5 se hace sentir debajo de nosotros. Sin grandes vibraciones (excepto cuando prende el electroventilador…), presenta un sistema de distribución variable a cadena, un gran diferencial dentro de la categoría, y ofrece una ágil respuesta en ciudad gracias a sus 15 kgm y 114 caballos. Además, las relaciones de la caja, muy a mano y de comando preciso, permiten doblar en tercera (si se dobla ligerito) y viajar a 50 km/h en quinta marcha a poco más de 1.500 rpm. Todo esto con un consumo promedio que ronda los 8 l/100 km.

También salimos de la urbe con la finalidad de percibir su comportamiento en alta. Allí, sin grandes oscilaciones de la cabina, el C31 mostró su otra faceta. A 80 km/h viaja a 2.800 rpm y si bien el ruido del motor puede elevar el estrés, el confort de marcha es correcto y sin grandes sobresaltos. Punto a parte para la aislación. Una vez adentrados en el intenso tráfico de CABA, el cojín de la butaca del conductor comenzó a tomar una cierta temperatura. Nada mal para la fresca mañana que nos tocó mientras el fotógrafo hacia valer sus honorarios. En verano será otro el cantar, aunque el aire acondicionado cumple eficientemente su trabajo.

Girando de aquí para allá notamos una correcta asistencia de la dirección (no es eléctrica), pero con una respuesta que se ve ralentizada a medida que tomamos velocidad en los accesos. Aplausos para el volante deportivo, de muy buen grip.

La visión hacia atrás es otro punto a favor del C31. A diferencia de la media, los espejos se ubican en una posición levemente inclinada, ampliando el espectro de todo lo que está por detrás. A contramano, no poseen regulación interna.

El precio final de este minitruck se ubica a 596.000 pesos (valor asignado en abril 2019), unos miles de pesos más que un Lifan Fosion, pero que ofrece a diferencia de su competidor doble airbag, entradas USB/SD y 355 kg más de carga. Además, es más grande y cuenta con un motor de mayor torque y potencia. Se sabe que el rival directo del Fosion es el K01H de DFSK, pero por la diferencia del valor el C31 llegó con una clara apuesta al consumidor de minitrucks. Un producto bien hecho, agradable y muy urbano con una relación precio-producto sumamente tentadora.