Una histórica pick up de Ford luce antigua y nueva a la vez: su historia y precio
Esta Ford F-100 de 1980 sorprende por su impecable estado de conservación. Restaurada con esmero, representa un ícono del trabajo y algo más.
“Les dejamos las fotos de la Ford F-100 1980 naranja estival después del trabajo de puesta en valor”, dice la publicación de CDF Garage que despertó la admiración de los fanáticos. Y no es para menos: esta unidad luce como recién salida de fábrica, a pesar de sus 45 años. Con una pintura brillante, detalles intactos y un interior fiel a la época, parece lista para ser exhibida en un museo o en una muestra como Auto Clásica.
Esta pick up pertenece a la generación producida en la planta de Pacheco entre 1977 y 1982, una de las más recordadas por su robustez y por haber protagonizado uno de los comerciales más icónicos de la historia argentina: aquel de 1974 en el que una F-100 era lanzada desde un avión Hércules en movimiento, demostrando su dureza extrema.
El ejemplar restaurado se mantiene libre de golpes o marcas en la carrocería, con todos los cromados y emblemas en perfecto estado. En el interior conserva su diseño austero, típico de los 80, con el clásico asiento enterizo, tapizados originales y la palanca de cambios al volante que comandaba una caja manual de tres marchas.
Para esa época, Ford ofrecía tres opciones de motor: el seis cilindros en línea de 221 pulgadas, compartido con el Falcon; el potente V8, símbolo de la marca; y una versión diésel con motor Perkins de cuatro cilindros, muy apreciada en el ámbito rural. Esta variedad consolidó a la F-100 como la favorita del campo argentino y una herramienta infalible para el trabajo pesado.
De símbolo nacional a pieza de colección
Las primeras F-100 argentinas salieron de la planta de La Boca a fines de los años 50, pero fue en 1961, con la apertura del complejo de Pacheco, cuando Ford consolidó su presencia industrial en el país. Desde entonces, la F-100 se fabricó sin interrupciones hasta mediados de los 90, convirtiéndose en una pieza fundamental del paisaje rural y urbano que al día de hoy permanece en la memoria de cientos de personas.
Entre 1961 y 1967 se produjo la primera serie “made in Pacheco”, reconocida por su suspensión delantera Twin-I-Beam y motores V8. Luego llegó la generación “punta de diamante” (1967-1973), con un diseño más moderno y opciones mecánicas variadas. En 1973 debutó la línea que protagonizó el célebre comercial aéreo, y cuatro años más tarde la versión que hoy es objeto de culto: la F-100 1980, con nueva parrilla, ópticas y luces más grandes.
Hacia fines de los 80, Ford introdujo en Argentina las versiones más equipadas, con dirección hidráulica, aire acondicionado, levantavidrios eléctricos y hasta equipo de audio, elevando el confort sin perder el espíritu trabajador. La última generación producida localmente en 1987 incluso incorporó tracción 4×4, una novedad esperada durante décadas.
Aunque su fabricación pasó luego a Brasil, la F-100 mantuvo su esencia y prestigio. Su última versión, ya como F-250, se vendió hasta 2011 con motor diésel Common Rail y 203 CV. Este último número hace pensar en una potencia escasa. Sin embargo, no significaba un impedimento para su adquisición.
Hoy, ejemplares como esta F-100 de 1980 en estado de colección no solo despiertan nostalgia, sino que también recuerdan el legado de una pick up que marcó generaciones y sigue siendo símbolo de fuerza, historia y pasión argentina.