Toyota desarrolló una pick up asombrosa sobre la base de un clásico de los ‘60
Toyota demostró su potencial al exhibir en la pasada edición del SEMA, el salón del tuning por excelencia, una pick up para off road extremo y con una potencia descomunal
Toyota continua apostando fuerte a las personalizaciones de sus pick ups, algo que no solía hacer en el pasado. Con la tendencia de versiones especiales y ediciones limitadas por parte de la competencia, ahora exhibió un modelo muy particular en el SEMA 2023, el espectáculo del “tuning” que se celebró recientemente en Las Vegas, EE.UU.
Se trata del FJ Bruiser, una especie de concept que funciona como un modelo real, construido por el equipo Toyota Motorsports Garage de los Estados Unidos que, probablemente, sea una de la mejores pick ups conceptuales que jamás hayamos visto en esta parte del continente por su diseño y potencia.
Así es la Toyota Land Cruise pick up NASCAR Power
Partamos desde la base. La pick up en cuestión fue desarrollada sobre el chasis de una Land Cruiser FJ45 de 1966. En esa época, este modelo estaba disponible con la opción de dos motores nafteros de seis cilindros en línea (3,8 o 4,2 litros), pero el FJ Bruiser fue actualizado con uno muy particular.
Para ello, los encargados del proyecto fueron más allá de la lógica y le implantaron una versión modificada del actual motor NASCAR V8 de 5,8 litros, que genera 715 CV a través de una caja de cambios automática de tres velocidades construida para carreras. El mismo que utiliza el Toyota Camry.
Para asegurarse de que el viejo Land Cruiser pudiera hacer frente a toda esa potencia, la carrocería y el chasis recibieron una estructura tubular hecha a medida. Para conservar esa fuerza, la pick up conservó los ejes de viga, y se sumó una transmisión personalizada con diferenciales Currie delanteros y traseros y una caja de transferencia Atlas.
Con esta caja y un adaptador avanzado que proporciona cuatro velocidades diferentes de 2WD y cuatro velocidades más de 4WD, en su marcha más baja el FJ Bruiser aparentemente puede avanzar a 12 mph (20 km/h) mientras acelera a 7.000 rpm, y en su marcha más alta alcanzará 165 mph (265 km/h) a mismas revoluciones. Impresionante.
Lógicamente, se la equipó con gruesos amortiguadores Fox y resortes Eibach, además de llantas Beadlock de 20 pulgadas y enormes neumáticos todoterreno BF Goodrich de 42 pulgadas. Pero hay algo más que la hace genial: está equipada con otro tipo de sistema de propulsión.
Sí, en los bajos, cubriendo todo el chasis de eje a eje, monta una oruga provista por CAMSO que permite moverla hacia adelante o hacia atrás si se queda atascada. Lo bueno es que no hay que bajarse de la Toyota, sino que se puede activar desde adentro apretando un comando. Adiós a los cabresantes…
Si nos centramos en la cabina, Complete Customs se encargó de rediseñar el interior del FJ45 para incluir asientos individuales Momo (que rinden homenaje a los asientos tipo banco originales del FJ con ribetes a cuadros) y un volante de competición Jackie Stewart antiguo, que data de 1968. Por fuera, se buscó conservar buena parte de la línea original de la FJ, modificando lo necesario.
Sin embargo, no todo es color de rosa. No nos referimos al estratosférico consumo de su motor V8 de competición ni a su posible precio final al público, sino al hecho de que la Toyota Land Cruiser FJ Bruiser Concept jamás llegará a producción. Y eso no es una buena noticia.