Dakota Sidewinder, la pick up convertible con motor V10 que fue solo un sueño
Los ingenieros de Dodge amaron el proyecto de tener una pick up convertible con diseño de Dakota y motor del superdeportivo Viper. Y si bien no llegó a producción lograron hacerlo realidad.
Ver una pick up convertible desarrollada en serie por un fabricante automotriz es algo prácticamente imposible de encontrar por estos días. Pero en la década de los ’90 aquellos sub-40 conocieron a uno de los conceptos más extraordinarios jamás creado: el Dodge Dakota Sidewinder.
Por aquellos años, las marcas buscaban crear vehículos de todo tipo con diseños llamativos, fusiones entre modelos que diferentes segmentos o bien crear un nuevo nicho de mercado que demuestren su capacidad técnica y así determinar si al público le gusta lo que ve como para comprarlo.
Bajo esta lupa nacieron los Dodge Viper, el superdeportivo americano, y el Plymouth Prowler, uno de los vehículos más extraños a nivel mundial que rememoraba los hot rod de la vieja escuela. Con estos dos prototipos, el Grupo Chrysler se pasó por todas las ferias y eventos a la espera de una respuesta positiva.
Y vaya que fue positiva: los visitantes, al verlos, sacaban sus chequeras y preguntaban sobre las fechas de entrega y las opciones de color que más rápido saldrían de la línea de montaje. Fue así que la terminal sumó un tercer turno para fabricar ediciones limitadas de ambos modelos.
Tras el éxito repentino del Viper, Mark Allen, Jefe de Diseño del Grupo Chrysler por aquel entonces, decidió continuar con esta línea de deportivos y mandó a desarrollar por fuera de la empresa la primera pick up convertible que ocupa esta nota.
Dodge Dakota Sidewinder, la pick up convertible que superaba a los deportivos
El nombre completo de esta pick up convertible era «Dodge Dakota Sidewinder». Cuando alguien menciona el nombre Sidewinder, se pregunta si se está hablando del legendario misil aire-aire. Sin embargo, también encaja con el carácter asesino de este concepto que mezcla un deportivo con una camioneta.
Era 1997, Everybody de los Backstreet Boys era el tema favorito de todos a finales de ese año, Titanic rompía récords de taquilla en los cines y el brasilero Ronaldo Nazario era el mejor jugador del mundo. En otras palabras, desarrollar una pick up convertible con motor V10 tenía mucho sentido.
Allen, al poder contar con una línea de producción específica en la planta de Chrysler en Detroit, envía el proyecto a Riley & Scott, empresa que construyó el magnífico chasis. Por ejemplo, la suspensión trasera independiente es de un Viper, pero todo lo demás incluido el marco de tubo cuadrado fue fabricado a medida. Lo mismo para la carrocería, puertas e interior que fue encomendado a Metal-crafters para que todo fuera hecho a medida.
Más allá de su extravagante y llamativo diseño de cabina simple que portaba una parrilla estilo Dakota, una caja de carga con tintes hot rod moderno y el techo descapotable, fue el corazón palpitante de esta pick up convertible con lo que fantasearon los fanáticos de la marca: un V10 de 8 litros procedente del Viper GTS-R que entregaba 640 caballos y 530 libras de torque (719 Nm).
Conectado a una transmisión automática de 4 velocidades de origen RAM, el motor hacía girar esas ruedas de 22 pulgadas lo suficientemente rápido como para superar a un Corvette o Mustang al hacer el 0 a 60 millas por hora (casi 100 km/h) en 3,9 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 170 millas por hora (unos 274 km/h). También se decía que era bastante liviano, con un peso total de 2.700 libras (1.225 kg), lo mismo que, por ejemplo, un Toyota Corolla.
Esta pick up convertible que debutó en el SEMA Show en 1997 no fue el primer concept de la marca que descoló a la industria automotriz, ya que Chrysler tiene algunos de los prototipos modernos más descabellados como el M80 o el Copperhead.00