La Toyota Hilux que es antigua, pero luce como nueva: ¿por qué y cómo cambió tanto?
Una Hilux de los primeros años recibe un minucioso trabajo de restauración en CDF Garage y demuestra que la robustez de Toyota sigue intacta.
La Toyota Hilux que se aprecia en las imágenes pasó por un exhaustivo trabajo estético integral que la dejó en un estado sorprendentemente renovado. A simple vista, cualquiera podría pensar que se trata de una pick up con pocos kilómetros, aunque la historia real de su uso a lo largo de casi tres décadas sigue siendo un misterio.

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Lo que sí se sabe es que esta Hilux estuvo en el taller de Braian, de CDF Garage, conocido por compartir restauraciones de camionetas de distintas épocas. Y antes de que surjan preguntas, conviene aclarar que la pick up no está a la venta, tal como se comentó en uno de los posteos del taller.
Se trata de una versión DLX, una de las menos equipadas de la época, lo que se refleja en sus detalles exteriores: paragolpes, manijas y espejos en gris oscuro o negro, llantas de chapa y ausencia de cromados. Bajo el capot, encontramos un motor 2.8 diesel sin turbo, capaz de entregar 78 XC, combinado con una caja manual de cinco marchas.
Las versiones con tracción integral contaban con una segunda palanca de cambios, un diseño que se mantuvo hasta la generación actual de 2015, cuando se reemplazó por una perilla en la consola central. Cabe recordar que a partir de este año terminó de consolidar su liderazgo y convertirse en la número 1 en cuanto a ventas.
Si hablamos del desempeño, el motor de estas primeras Hilux era limitado para su tamaño, especialmente en carretera. Sin embargo, en entornos urbanos cumplía con lo esperado y destacaba por su confiabilidad. En el interior, la Hilux DLX ofrecía lo básico: sin levantavidrios eléctricos ni cierre centralizado, pero con lo indispensable para una pick up de su categoría.
Historia y evolución de la Toyota Hilux
Los inicios de la Hilux se remontan a finales de la década del 60 en Japón, donde se presentó con cabina simple y un motor 1.5 de apenas 77 CV. Su diseño seguía la estética del Corolla de la época, especialmente en la trompa, y la longitud máxima alcanzaba los 4,70 metros.
En 1972 llegó la segunda generación, con motores 1.6 de 83 CV y 2.0 de 105 CV, todos nafteros y con tracción trasera. Para fines de los años 70, la tercera generación introdujo líneas rectas y ópticas redondas, modelos que más tarde llegaron a Argentina y competían con pick ups como la Peugeot 504 y la Ranchero.
La cuarta generación, lanzada en 1983, mantuvo la silueta “cuadrada” pero adoptó ópticas rectangulares que se mantuvieron durante más de dos décadas. Esta serie incluso ganó notoriedad en la cultura popular gracias a su aparición en la saga Volver al Futuro.
Finalmente, la quinta generación de 1988 marcó el inicio de la producción en la planta de Zárate, consolidando la continuidad de la Hilux en la región. Desde 1997, la planta sigue fabricando esta pick up sin interrupciones, abasteciendo varios mercados de Sudamérica.
En definitiva, ver una Hilux de estas primeras generaciones restaurada es un recordatorio de su resistencia y de por qué Toyota logró consolidar un nombre legendario en el segmento de las pick ups. Esta unidad demuestra que, con los cuidados adecuados, estas camionetas pueden lucir y funcionar como nuevas incluso después de décadas de uso.