Esta pick up fue la Chevrolet más radical de los años ’60: ¿qué tenía de extraño?
¿Por qué fue un modelo radical?
La Chevrolet Corvair Rampside fue considerada una de las pick ups con uno de los diseños más raros del mundo que hayan existido. A continuación, te contamos los detalles de este modelo.
Esta camioneta creada por la división de General Motors no fue un ejemplar más en la tradición de los vehículos medianos de carga, en los Estados Unidos. Lanzada en la década de 1960, esta Chevy dejó su huella en el segmento, en la corta etapa que tuvo en el mercado norteamericano, entre 1961 y 1964, donde se vendieron 20.630 unidades, entre sus dos versiones, de las 1,2 millones producidas. Es decir: 17.786 fueron Rampsides; 2.844 Loadsides, mientras que el resto respondieron a las furgonetas que se llevaron el mejor rendimiento de venta.
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Una pick up que se cargaba por los laterales
Tomada su idea de la Rampvan de Volkswagen, la Chevrolet Corvair Rampside nació bajo el concepto de ser una camioneta que le diera una gran solución a aquellos usuarios estadounidense que buscaran un vehículo ágil para ascenso y descenso de mercadería. Se trató de un modelo derivado del mítico Corvair 95, sedán de cuatro puertas de la marca de GM.

La principal característica de esta pick up americana era su portón abatible, que servía de rampa, para trasladar distintos tipos de insumos. Desde el traslado de materiales para la construcción, y motocicletas, hasta karts, comerciantes, y también era una herramienta que necesitara moverse en un vehículo pequeño que no gastara demasiado.
Además, esta particularidad permitía a este modelo radical de Chevrolet rodar cargas pesadas en lugar de levantarlas hasta la caja. Uno de los detalles en referencia a esto es que, el borde superior de esta pick up solía incluir un borde recubierto con goma para protegerlo al bajar la cara al suelo. Prácticamente, este este espacio le permitía funcionar como una suerte de “camión pequeño”.
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Las tres versiones de la Chevrolet más radical
Lo concreto es que la conversión de sedán a pick up implicó desplazar el asiento del conductor hacia adelante, sobre las ruedas delanteras. En total, derivó en un vehículo de 180 pulgadas, aunque la distancia entre ejes fue menor: se redujo de 108 a 95 pulgadas. La caja medía 260 cm de largo o, en la furgoneta, una plataforma de carga de 290 cm.
Ofrecía tres filas de asientos, y las mismas bondades de confort de una minivan. Chevrolet ofreció nombró “Corvair 95” a la serie comercial. Mientras que, ofreció tres modelos de este extraño y revolucionarios modelo de carga: la Corvan, Loadside y Rampside.
En ese sentido, la Corvan se tradujo en una furgoneta; la Loadside fue una camioneta con caja convencional de doble pared y portón trasero. Sin embargo, fue la Rampside que incorporaba una puerta a la derecha de la caja que se abatía formando una rampa.
Motorización de la pick up de Chevrolet más rara de los años 60
En términos mecánicos, la Chevrolet Corvair Rampside fue una camioneta que estuvo equipada con un motor de seis cilindros, con dos bancadas de cilindros ubicados de manera horizontal, uno enfrentado con otro, con el cigüeñal en el centro. Para hacer que sea una camioneta liviana, este propulsor estaba de aluminio, pero su conducción era un problema. Contaba con carburadores dobles, que generaba 80 CV y 128 lb-pie de torque.
Con un ventilador ubicado en la parte superior que lo refrigeraba por aire, este motor estaba ligado a una transmisión manual de tres velocidades. Sin embargo, existía una variante que la marca estadounidense las ofrecía con cajas manuales de cuatro marchas y automáticas Powerglide de dos velocidades.
Para los albores de los años ’60, la Chevrolet Corvair Rampside fue una de los primeros modelos de este tipo de vehículos en adoptar suspensión delantera independiente.