Scania prueba un nuevo combustible en sus camiones: cuál y qué beneficio tiene
Scania apuesta por un combustible para sus camiones que proporciona beneficios clave. Todo lo que hay que saber.
Las autoridades de Scania tienen en claro que esta marca es una referente global en transporte pesado. Por eso, están llevando a cabo una iniciativa que podría marcar un antes y un después en la industria y no es necesariamente un nuevo camión. Comenzó a probar biometano, un combustible renovable y sustentable, como alternativa para impulsar sus motores y camiones.
Este paso se alinea con la estrategia de la firma sueca de reducir significativamente y en todos los mercados la huella de carbono del sector. Sin embargo, muchos presumían mejoras en los propulsores térmicos de los modelos actuales, por lo que hablar de un combustible como biometano sorprende a propios y extraños.
Qué es el biometano y cómo funciona
El biometano es un gas que se obtiene mediante el tratamiento de residuos orgánicos (vegetales y animales) en un proceso llamado biodigestión. Se trata en escasas palabras de un refinamiento del biogás. Mientras que este contiene alrededor de un 60% de metano y un 40 de impurezas como CO₂, el primero se produce a partir del upgrading o purificación del biogás y elimina ese 40% restante.
El resultado es un gas que tiene la misma composición química (CH₄) que el natural y se puede emplear sin modificaciones en los motores actuales. Es decir, no resulta incompatible y sí proporciona interesantes beneficios. Por ejemplo, una disminución de hasta 90% en las emisiones respecto al tradicional diesel o nafta.
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Además, y en línea con lo que explicó Julián Rosso, Gerente de Ingeniería de Ventas de Scania Argentina, el camión no se entera del origen del gas. Esto significa que no se requieren adaptaciones en los motores, los cuales pueden funcionar tanto con gas natural convencional como con biometano sin percibir diferencias.
Y eso no es todo. La producción de este combustible también representa una oportunidad económica. ¿Por qué? Porque, si bien depende del origen y tratamiento de los residuos, cuando se obtiene a partir de basura pura y bien gestionada el proceso es más económico y fabrica un gas de mayor calidad.
En el caso del mercado argentino, uno de los prioritarios de Scania, existen emprendimientos en el país, pero no hay plantas de gran escala, lo que representa un gran desafío. De hecho, trabaja en conjunto con empresas como YPF para desarrollar esta tecnología.
¿El futuro del transporte?
Desde Scania no se refieren al biometano como el combustible del futuro, pero sí consideran que es el camino más viable en los próximos 15 o 20 años, sobre todo en un contexto en el que la electrificación todavía enfrenta obstáculos importantes como los altos costos de infraestructura y los desafíos en distribución y carga.
El GNC (Gas Natural Comprimido) ya es una realidad concreta en la oferta de Scania. Con tanques externos, conocidos como mochilas, los camiones alcanzan autonomías de entre 600 y 900 kilómetros, lo que resulta adecuado para trayectos tanto cortos como largos. Y con otra ventaja: la carga lleva entre 10 y 15 minutos.
Por su parte, el GNL (Gas Natural Licuado) también está en el radar de la compañía sueca, aunque con algunas reservas. Permite mayor autonomía, pero, al mismo tiempo, requiere una infraestructura más costosa y específica, ya que debe mantenerse a temperaturas extremadamente bajas (-130°C) y almacenarse en tanques térmicos delicados. Por eso, su uso se ve más limitado a rutas asfaltadas y distancias extensas y constantes.