Restaura un camión Scania L85 Super de 1971 y lo deja inmaculado

Paweł Filipczyk, técnico de servicio de Scania en la ciudad polaca de Gliwice se propuso el gran desafío de restaurar una vieja joya de Scania, un L85 Super de 1971. El camión se encontraba en Austria y un amigo suyo le dio la información ya que sabía de las ganas y la capacidad que Pawel disponía para restaurar la unidad. 

Pawel, que lleva más de 10 años trabajando para la empresa, compró inmediatamente el camión que se encontraba muy deteriorado y poco después comenzó con las tareas de restauración.

A lo largo de un año y medio le dedicó aproximadamente unas 1.500 horas a su restauración. Para comenzar, se dispuso a conseguir las piezas faltantes o rotas. Esa fue una de las partes más difíciles ya que el vehículo se fabricó a principios de 1970. Sin embargo, nada detuvo a Pawel que en unos 30 días consiguió reunir un 80% de las piezas necesarias. 

El sueño de restaurar un camión de cero y los primeros inconvenientes 

«Compré un Scania para cumplir mi sueño de reconstruir un camión desde cero«, sostuvo Pawel, quien aún está trabajando para Scania. Hubo muchas partes que no estaban disponibles y tuvo que ingeniárselas para diseñarlas: “Tienes que mostrar tu creatividad y curiosidad para lograr el objetivo”, sostuvo Filipczyk.

Luego comenzó la tarea de recomponer las partes en mal estado y cambiar las piezas que ya no servían. Esto hubiera sido una tarea más compleja si el técnico no hubiera contado con la ayuda de sus compañeros del Scania Service Center.

El técnico polaco asegura que trabajar con vehículos antiguos le resulta muy interesante porque: “No se lo puede conectar a un ordenador para hacer un diagnóstico con un programa”.

La restauración: un chasis podrido y el momento de mayor estrés

La tarea más difícil del trabajo fue reconstruir la carrocería ya que estaba totalmente podrida. Asegura que fue una experiencia placentera a pesar de algunos momentos de fracaso y enojo. Aún recuerda el momento más estresante del proceso que fue cuando intentó poner en marcha el motor luego de montarlo. Más allá de las complicaciones, asegura que: “En general todo salió bien y cuando arrancó fue uno de los primeros momentos felices”.

Los últimos meses la ansiedad brotaba en el taller: “No podía esperar el momento para, finalmente, subirme al camión y conducirlo”. Pawel recuerda las ganas que tenía de conducirlo durante la restauración, una sensación que actualmente conserva.

Cerca de un año y medio después de iniciado el proceso, Filipczyk dio por finalizada la restauración del L85 Super, camión que ostenta un motor 202 CV turbo. Cuando por fin consiguió encender el motor por primera vez se le dibujó una sonrisa en el rostro que aún esboza cada vez que sube a su camión: «Cada viaje es un placer».

Cabe mencionar que el Scania L85 Super conserva las llantas originales y ahora funciona de manera óptima. Lo que Pawel más destaca de su Scania L85 Super es como funciona el motor: “Prácticamente se enciende con solo rozar la llave. El resultado valió la pena”.

Scania L85 Super, un poco de historia

El Scania L85 Super, lanzado en la década de 1960, marcó un hito en la historia de los camiones. Este modelo pertenece a la serie «L», diseñada por Scania-Vabis, la cual destacó por su diseño duradero y su capacidad para adaptarse a diversas aplicaciones en el transporte de carga pesada.

El L85 Super equipaba con un motor diésel de 6 cilindros en línea. Este motor ofrecía una buena potencia para su época, brindando mayor eficiencia en el consumo de combustible y reduciendo costos operativos. Además, el sistema de frenos neumáticos mejorado y su estructura reforzada lo hicieron ideal para soportar condiciones de trabajo exigentes.

El diseño de su cabina permitía un manejo cómodo y óptima visibilidad, características clave para los conductores en rutas largas. Este camión fue particularmente popular en Europa y Sudamérica, siendo utilizado en el transporte de materiales pesados.