Estas tres marcas icónicas de camiones sobrevivieron a guerras mundiales: ¿de cuáles se trata?
Los camiones son una herramienta fundamental de la industria pesada, y que a lo largo de la historia se destacaron por sus distintas funcionalidades. Son varias las marcas tradicionales que superaron distintos tipos de adversidades, y las guerras mundiales no fueron la excepción. Cada fabricante aportó su valor. Además, marcó un hito en un segmento clave para el funcionamiento de la economía de un país.
A continuación, tres marcas que se destacaron desde su fundación y debut en el mundo de los camiones, que se destacaron por distintos hechos.
Ford: los camiones transgresores de la guerra mundial
Ford, reconocida como una de los actores más importantes de la industria automotriz, tuvo también una gran participación en el ámbito de los vehículos pesados. Desde su fundación, y durante la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, los camiones modelos TT fueron los determinantes para que en la actualidad existan los furgones y populares pick ups. Uno de los roles claves que estas unidades tuvieron en el Viejo Continente fue el transporte de tropas Aliadas y mercancías.
Sin embargo, no fue hasta la segunda contienda bélica continental que los de Michigan terminaron de marcas su presencia esencial en este tipo de escenario al convertirse en uno de los principales constructores de estos vehículos. Pasado los años de plomo, la marca siguió con la producción de estos ejemplares, al punto de transformarse en un gran proveedor de material rodante para las grandes fabricantes de distintos rubros. Entre los modelos más sobresalientes se destacaron el Ford Cargo y los pertenecientes a la Serie-F.
Mack: el «bulldog» de la guerra
En el segundo gran conflicto mundial, otras de las marcas que se destacaron fue Mack llamado “el indestructible bulldog de la guerra fría”. Este apodo le fue otorgado por los soldados debido a que se trataba de camiones con un gran aspecto robusto. Antes de adquirir ser considerados unos de los camiones “padres” de las rutas americanas, su configuración y diseño les permitía superar todo tipo se adversidades, como superar trincheras, trasladar suministros en condiciones extremas y funcionar cuando otras unidades no podían prestar servicios.
En la segunda Guerra Mundial, la marca estadounidense fabricó más de 35 mil unidades para las tropas con distintos fines para las fuerzas Aliadas. Llegados los tiempos de paz, la firma de Carolina del Norte adaptó sus camiones bélicos para un uso comercial, y volverse uno de los referentes de las carreteras norteamericanas.
Mercedes-Benz: de un pasado oscuro a un presente innovador
Si hubo una marca que supo adaptarse de los tiempos convulsionados y bélicos a la actualidad, sin sacrificar lujo fue Mercedes-Benz. La tradicional marca alemana fue uno de los actores que tuvo un gran papel en la Segunda Guerra Mundial, de 1945. Incluso, por este hecho que marcó un antes y un después en la historia, la marca carga con un pasado oscuro: fabricó distintos modelos del Ejército Nazi. Al final de la contienda, su imagen estaba desecha, pero a partir de 1950 comenzaron fabricar modelo para ayudar a la reconstrucción de Alemania.
El camino tomado, y las distintas innovaciones aplicadas en la industria, hicieron que la marca de la estrella se convirtiera en una empresa fundamentales para los vehículos de la industria pesada. Su nivel de desarrollo le permitió estar un pase delante del resto de los fabricantes en los años ’90, cuando presentó los camiones híbridos y recientemente, la introducción de conducción autónoma.
En la gama actual de modelos de la marca de la estrella, entre otros, se destacan los Actros. Estos ejemplares se destacan por presentar un rendimiento excepcional en el transporte de cargas de larga distancia, por su potencia, robustez y calidad. Por sus niveles de capacidad, estos camiones pueden responder a sectores de la economía de una región, como construcción, agroindustria, logística, energía y transporte de materiales peligrosos.