Transforman un camión en un triciclo gigante, lo patentaron y hoy venden 8 unidades por año
La historia del camión que se convirtió en triciclo tuvo como principal objetivo salvar vidas. Te contamos cómo surgió la idea y cuánto vale.
Fabricar un camión con chasis de triciclo no es algo que un ingeniero resuelva de un día para otro. Lleva mucho tiempo desarrollarlo y adaptar los componentes, más aun si se utilizan en su mayoría ruedas, guardabarros y hasta el motor de un comercial pesado.
Pero más allá de su concepción, es el fin de esta fusión lo que animó a Jim Gesto a darle rienda suelta al proyecto. Y es que este ciudadano norteamericano, cansado de tantas situaciones peligrosas arriba de su moto, decidió crear el Tower Trikes, es decir, este nuevo concepto de camión-triciclo.
La idea era sencilla pero el sueño más grande de lo que imaginaba: el Tower Trikes tenía que ser la respuesta de un hombre al problema de las motos que pierden frente a los autos en colisiones en plena carretera. “Algunos de nosotros adoptamos un enfoque múltiple para perfeccionar nuestras habilidades de conducción y utilizar un buen casco y ropa adecuada, pero no siempre es suficiente”, señala Gesto.
Bajo esta premisa, decidió construir un triciclo del tamaño de un camión para que nadie pueda atropellarlo a excepción de un tren de la Union Pacific Railway o un tanque de guerra.
Tower Trikes, de camión a triciclo y producido en serie
En el pequeño pueblo de South Bend, Indiana (EE.UU), se encuentra Tower Trikes, una empresa que se enorgullece de producir el triciclo más grande y seguro del mundo, basándose en mayoría de autopartes heredadas de un modelo que nada tiene que ver con las motos.
Y es que la seguridad del chasis tubular, su enorme tamaño, las butacas con suspensión neumática y cinturones de seguridad alejadas de toda posible colisión y un parabrisas de acero que soporta la embestida de un ciervo dan fe que la vida del conductor y acompañante valen más que el Tower Trikes.
Esto curioso triciclo creado por Gesto en 2015 es, verdaderamente, una bestia del asfalto, ya que mide 2,6 metros de ancho (102,3 pulgadas), 5,6 de largo (220 pulgadas) y aproximadamente 2,5 metros de alto (98 pulgadas). ¿Peso? Casi 5 toneladas, lo que significa que en algunos países se necesitaría un permiso especial para conducirlo.
El diseño también impresiona a simple vista tras recibir elementos externos de un camión (se dice que en su mayoría son Peterbilt), como guardabarros traseros, escalones de ingreso integrados en el tanque de combustible, faros delanteros, escape cromado y filtro de aire.
Pero lo que más sorprende, además de su tamaño, es que mantiene ejes, suspensión, frenos neumáticos a tambor, bocina, los propios asientos y hasta el motor de un camión. Gesto asegura que utiliza de serie un bloque Detroit Diesel 92 V6 de 9 litros, dos tiempos y hasta 355 HP. Otra opción que ofrece la empresa son los motores Cummins de cuatro tiempos y 11 litros.
En ambas opciones, vienen equipados con una transmisión automática de cuatro velocidades Allison y un tanque de combustible de 208 litros (55 galones), también procedente de un camión. Pero a pesar de la potencia absurda para un vehículo pequeño, la velocidad máxima está limitada a 160 km/h (100 m/h). Con este conjunto, es capaz de arrastrar un remolque de hasta 9 toneladas.
Como frutilla el postre, su creador anuncia en la web que “no sólo hacemos un vehículo seguro. Todos los Tower Trikes están equipados con la Cruz de nuestro Señor y Salvador y los 10 Mandamientos de Dios Todopoderoso, junto con un saludo a nuestros militares, policías y bomberos”.
Cada ejemplar del Tower Strike se hace por encargo ya que demoran entre cinco y seis semanas en producirlo. Lógicamente, todo tiene un precio y un juguete como este puede costar unos 90.000 dólares.